El 13 de enero de 2008, en el pub Vai-vén, situado en la plaza del Corregidor, hubo un altercado entre varios clientes, y en el que participaron los dos porteros del local. Éstos fueron juzgados ayer por un delito y una falta de lesiones a Killal B., un joven que ese día amaneció con la mandíbula rota. Los varios testimonios que pudieron escucharse durante la vista oral se mostraron poco coincidentes entre sí, y no facilitaron una reconstrucción fidedigna de los hechos. El juicio quedó visto para sentencia.
No bastaron ocho testimonios para establecer inequívocamente qué ocurrió la madrugada del 13 de enero de 2008 en el pub Vai-vén (Ourense). Ante el Juzgado de lo Penal número 1 comparecían ayer Daniel S.B. y Vicente J.F., porteros del local, como imputados por un delito y una falta de lesiones, respectivamente. Para el primero, el fiscal pidió un año de prisión; para el segundo, 180 euros de multa. Lo único cierto, a la vista del parte médico, es que el joven Billal K. acabó con la mandíbula rota. ¿Quién, cómo se la rompió? La víctima acusó a Daniel S.B. Envuelto en una discusión con varias jóvenes después de entrar en los lavabos femeninos, Billal K. recibió un puñetazo en la cara. Culpó al portero. Éste lo negó. Fue él quien me pegó a mí. Luego lo inmovilicé con una llave y lo saqué del local. Vicente J.F., el otro portero, afirmó que se limitó a desalojar a tres personas. Cuando prestó testimonio el encargado, negó que hubiese habido algún puñetazo o mandíbula rota en su local, asegurando que Daniel sacó a Billal sin aplicarle ninguna llave. La siguiente testigo estuvo segura de que fue el portero quien le rompió la mandíbula a la víctima, aunque no vio el puñetazo. En cuanto a la persona que desalojó a Killal del local... fue Vicente, no Daniel, y lo sacó bien, sin llaves.
La novia de Billal cargó las tintas contra Daniel, pero como aquel día estaba borracha, se mostró dubitativa en el capítulo de quién empujó a quien, quién sacó a quién, y de qué modo. El camarero, por su parte, vio un altercado, pero ningún puñetazo porque estaba en la barra. En cuanto a Killal... lo sacaron entre Vicente y Daniel.
Tres testigos más, ausentes del local, declararon haber visto, varias horas después, a Killal increpando a gritos a Daniel, pero con matices. Hasta el padre de Daniel, como médico, se prestó a declarar que una mandíbula rota es incompatible con el hecho de vociferar. El juicio quedó visto para sentencia.
La novia de Billal cargó las tintas contra Daniel, pero como aquel día estaba borracha, se mostró dubitativa en el capítulo de quién empujó a quien, quién sacó a quién, y de qué modo. El camarero, por su parte, vio un altercado, pero ningún puñetazo porque estaba en la barra. En cuanto a Killal... lo sacaron entre Vicente y Daniel.
Tres testigos más, ausentes del local, declararon haber visto, varias horas después, a Killal increpando a gritos a Daniel, pero con matices. Hasta el padre de Daniel, como médico, se prestó a declarar que una mandíbula rota es incompatible con el hecho de vociferar. El juicio quedó visto para sentencia.
