El Tribunal Superior anula definitivamente el plan de urbanización en A Farixa, por lo que el proyecto se aplaza sin fecha

Una nueva sentencia complica el futuro del centro comercial Eroski

Vista área de la Finca Santamarina, donde está previsto el proyecto de Hipercor. (Foto: FOTOS: JOSÉ PAZ)
Casi un año después de que, el pasado mes de enero, se produjera la primera resolución judicial que anulaba la concesión de licencia al centro comercial de Hipercor en la ciudad, la empresa todavía no ha solicitado un nuevo permiso al Concello.
Lo mismo sucede con el establecimiento que proyecta Eroski en A Farixa, cuya licencia municipal también fue anulada por la Justicia el pasado mes de abril, cuando ya había dejado de explanar en los terrenos. Esta situación refleja que los dos grupos empresariales abandonan, al menos de momento, la construcción de los centros comerciales, algo sin duda atribuible a la actual crisis económica y a los innumerables problemas judiciales que han acompañado a ambos proyectos desde sus inicios. Porque ayer se conocían nuevas sentencias que volvían a crear dificultades, en este caso a Eroski, al que se le ha anulado definitivamente el proyecto de urbanización, sin que haya valido su adaptación a la actual ordenación provisional.

El hecho de no comenzar la tramitación de nuevas licencias podría atribuirse a que los permisos anulados no son todavía firmes, ya que las resoluciones judiciales están recurridas ante el Tribunal Superior de Xustiza. Sin embargo, el Concello comunicó desde un primer momento la intención de los dos grupos de comenzar la tramitación nuevas licencias municipales amparadas en la ordenación urbanística provisional. Una medida con lo que, según se explicaba desde el departamento de Urbanismo, se solucionarían los problemas judiciales puesto que el argumento en el que se basaban las anulaciones de las licencias era la nulidad del Plan Xeral de 2003.

Paralelamente, en caso de que se confirme la nulidad de las licencias, las empresas tendrían derecho a que el Concello les devolviesen las tasas abonadas -1,46 millones de euros en el caso de Hipercor y algo más de un millón en el de Eroski-. Según fuentes municipales, Hipercor ya habría manifestado que no está dispuesto a pagar dos veces los tributos municipales vinculados a la obra.

La demora en la presentación de los proyectos básicos y de ejecución de los centros comerciales para tramitarlos en función de la nueva ordenación provisional coincide con la ralentización de otros pasos previos, como las obras de urbanización de la Finca Santamarina por un lado y de las de A Farixa, por el otro.

En el caso del proyecto de Mariñamansa, las obras de urbanización de la finca siguen sin fecha de inicio debido a la crisis del sector inmobiliario -en este ámbito, Flager y la Diputación proyectaban la construcción de mil viviendas-, pero todo hace pensar que se demorará al menos un par de años más.

Mientras, la urbanización de A Farixa se paralizó el año pasado debido a que Eroski era el único miembro -junto a un pequeño particular- de la junta de compensación que asumía el coste de la obra. Los trabajos no se retomaron desde entonces, aunque la empresa alega para ello la situación de inseguridad jurídica en la que se encuentra el proyecto tras la nulidad del Plan Xeral de 2003.

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