El obispo pide coherencia y austeridad a los sacerdotes

01/abr./21 - 04:48 Actualizado: 01/abr./21 - 19:15

Leonardo Lemos insistió en su homilía de la Misa Crismal en la obligación clerical de dar ejemplo

El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, instó ayer a los sacerdotes de la diócesis a reforzar su compromiso de pobreza y coherencia. "Tenemos que luchar hasta la muerte por vivir dentro de la dinámica de la pobreza evangélica", aseguró el prelado en la homilía de la Misa Crismal, que tuvo lugar ayer por la tarde en la catedral.

La de ayer fue una celebración atípica -cumpliendo con las normas sanitarias, se reunió solo un grupo de sacerdotes, y no todos los clérigos de la diócesis, como es tradición en la Misa Crismal-, pero en ella el obispo quiso destacar el estilo de vida radical de Jesucristo como modelo para todos los sacerdotes ourensanos. "Es necesario que cuidemos nuestra austeridad de vida para vivir auténticamente libres para la misión", insistió Lemos.

Coherencia y transparencia

Recordando a aquellas personas que atraviesan crisis económicas o personales, el obispo pidió a los sacerdotes "vivir de manera coherente" su ministerio, y ser "hermanos y padres" de los que sufren. "Convenzámonos de que somos el verdadero rostro de una Iglesia samaritana", exclamó Lemos en su sermón, despreciando "el aplauso o los réditos políticos o económicos" en favor de la solidaridad, la acogida y la hospitalidad. El obispo recalcó también la necesidad de que la iglesia ourensana y universal sea transparente -"no tenemos nada que esconder", dijo-, condenó incondicionalmente los abusos y enfatizó la importancia de que los sacerdotes ourensanos se apoyen unos a otros. "No somos Superman, no podemos llevar a cabo la labor nosotros solos, no es ese el camino", insistió Lemos, y recordó a los sacerdotes que deben incluir a los laicos en la vida de la diócesis.

Con la celebración de esta Misa Crismal, la diócesis despedía la Cuaresma y daba la bienvenida al Triduo Pascual, el momento álgido de la Semana Santa. En la eucaristía de ayer, como cada año, se consagró el Crisma Pascual y se bendijo el óleo de los catecúmenos y el de los enfermos.