El ocio nocturno empieza el “curso” más ruidoso y violento

El ocio nocturno, durante la época estival.
photo_camera El ocio nocturno, durante la época estival.
Un hombre denunció a cuatro personas por asestarle golpes por todo el cuerpo para robarle

Con la vuelta del curso escolar y universitario, la noche ourensana también experimentó su propio regreso. Además de las agresiones y el botellón, las llamadas a la Policía  Local por ruidos en locales, viviendas o en la vía pública aumentaron en relación con la incidencia de verano: pasó a haber más de diez avisos, mientras que en verano eran seis -de media-. 

La práctica del botellón, para la que todavía no hay una ordenanza, continúa ocurriendo sin penalización. Los vecinos del Casco Vello señalan que, además del ruido que habitualmente ocasiona beber en la calle, el pasado martes “había un grupo de gente cantando con una guitarra y fumando porros”. Desde O Cimborrio indican que “es bueno que la gente denuncie y tome conciencia de que es un derecho poder descansar en tu casa sin que nadie te moleste”.

Por su parte, la Policía Local, que afirmó haber realizado un control específico de esta práctica, sancionó a dos jóvenes por desobediencia en Marcelo Macías. 

En este sentido, fuentes de la Policía Nacional, afirman que “con la llegada de los universitarios, sobre todo los jueves, se incrementa el volumen de gente y el botellón en la calle y en los pisos. Eso siempre acarrea riñas vecinales y llamadas a las autoridades”. 

Los episodios violentos también se traducen en robos en plena calle. El día 24 de julio un joven denunció en Comisaría que,  sobre las 6 de la madrugada, cuando caminaba por el centro de la ciudad,  cuatro hombres lo abordaron sin mediar palabra con ánimo de robarle. Uno de ellos le agarró por el cuello mientras los otros tres comenzaron a darle puñetazos por todo el cuerpo hasta tirarlo al suelo. 

Durante la agresión, según indicó la Policía Nacional, le robaron la documentación, el teléfono móvil y varias alianzas y pulseras que llevaba, valorado todo ello en más de 1.000 euros. Un par de días después, denunció que, además, alguien había utilizado su tarjeta -robada- para realizar varias compras en la ciudad. Tras una larga investigación,los agentes pudieron identificar a los cuatro autores de la agresión denunciada, procediendo a su detención a principios de mes.

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