Otra crecida repentina del río Miño y sin avisar obligó este lunes al Concello de la ciudad a paralizar las obras de remodelación de O Tinteiro,cuyo presupuesto supera los 117.000 euros; la construcción de una pasarela peatonal en Oira, con una partida de casi dos millones, y la reparación de los desperfectos que ocasionaron las sucesivas crecidas en las pozas termales en el Muíño das Veigas.
Las crecidas son originadas por la producción eléctrica en la presa de Velle y en las que gestiona Iberdrola en la cuenca del Sil. Los operarios esperaban ayer a que bajara el nivel del agua para retomar los trabajos, que en el caso de la pasarela peatonal de Oira ya deberían haber comenzado el pasado mes de diciembre. La reforma de O Tinteiro lleva dos meses de retraso. 'As continuas crecidas nos teñen desquiciados. Xa non sabemos que facer', aseguró la concejala de Termalismo Ana Garza.
Los tres proyectos ya tuvieron que ser paralizados hace dos semanas debido a otra subida del nivel del agua. 'O río leva moita e non permite continuar cos traballos', lamentaba Ana Garza, recordando que durante las dos últimas semanas intentaron hasta en 15 ocasiones reparar los desperfectos en las pozas termales de Muíño das Veigas 'e cando estabamos en plena faena tiñamos que parar ó subir considerablemente o nivel do río', afirmó.
La situación está causando desesperación en el Concello donde, según Ana Garza, ya se barajó la posibilidad de instalar grandes vallas para delimitar las pozas termales del río y, así, evitar que queden anegadas cada vez que sube el caudal.
La titular del Termalismo negociaba ayer con la Confederación Hidrográfica Miño-Sil la posibilidad de instar a la compañías hidroeléctricas (Iberdrola y Gas Natural-Fenosa) a que se comprometan a bajar el nivel del agua en el río y mantenerlo durante un tiempo para poder finalizar los trabajos proyectados. 'Estamos intentando chegar a un acordo, pero non hai maneira de convencelos.Alegan que as termas están en zona inundable', recalcó Ana Garza.
Arrastre de lodo
Además de los daños que ocasionan las crecidas al Concello, el río Miño continúa arrastrando lodo, lo que provoca que el agua presente un color turbio, 'achocolatado'. Los técnicos de la Confederación Hidrográfica recogen muestras a diario 'y en los análisis no aparece contaminación', afirmaron en el organismo de cuenca.
Mientras, las empresas hidroeléctricas, tanto Gas Natural como Iberdrola, declinaron ayer pronunciarse sobre las sucesivas y repentinas crecidas del nivel del agua en el río Miño que, según los datos que maneja el Concello, suelen registrarse con mayor intensidad a partir de la madrugada y se prolongan hasta pasadas las dos de la tarde. 'Estamos trabajando con normalidad, igual que otros años por estas fechas', aseguraron en Gas Natural.
Sin embargo, Ana Garza sospecha que las hidroeléctricas, en el caso de la presa de Velle, está aprovechando las últimas lluvias para turbinar mucha agua y producir más energía. 'Iberdrola libera auga nos embalses da conca do Sil para compensar a producción eléctrica o ter inactiva a presa de Santo Estevo. Esta é a razón pola que chega máis ó río', afirmó.
Medio año de riadas
La situación se prolonga desde finales de noviembre del 2009, cuando el río, a causa de las borrascas que cruzaron la provincia, se desbordó e inundó las termas públicas de A Chavasqueira, Muíño das Veigas y Outariz. La riada afectó incluso a los balnearios privados que, a mediados del pasado mes de febrero, tuvieron que cerrar dos días las puertas al dañar la inundación la maquinaria y los almacenes.
Ana Garza esperaba la llegada de la primavera y con ella el buen tiempo para subsanar los desperfectos, pero se encontró con el río no daba tregua y, además, la empresa Iberdrola decidía vaciar todo el agua acumulada en la presa de Santo Estevo para construir una segunda central hidroeléctrica.
Los tres proyectos ya tuvieron que ser paralizados hace dos semanas debido a otra subida del nivel del agua. 'O río leva moita e non permite continuar cos traballos', lamentaba Ana Garza, recordando que durante las dos últimas semanas intentaron hasta en 15 ocasiones reparar los desperfectos en las pozas termales de Muíño das Veigas 'e cando estabamos en plena faena tiñamos que parar ó subir considerablemente o nivel do río', afirmó.
La situación está causando desesperación en el Concello donde, según Ana Garza, ya se barajó la posibilidad de instalar grandes vallas para delimitar las pozas termales del río y, así, evitar que queden anegadas cada vez que sube el caudal.
La titular del Termalismo negociaba ayer con la Confederación Hidrográfica Miño-Sil la posibilidad de instar a la compañías hidroeléctricas (Iberdrola y Gas Natural-Fenosa) a que se comprometan a bajar el nivel del agua en el río y mantenerlo durante un tiempo para poder finalizar los trabajos proyectados. 'Estamos intentando chegar a un acordo, pero non hai maneira de convencelos.Alegan que as termas están en zona inundable', recalcó Ana Garza.
Arrastre de lodo
Además de los daños que ocasionan las crecidas al Concello, el río Miño continúa arrastrando lodo, lo que provoca que el agua presente un color turbio, 'achocolatado'. Los técnicos de la Confederación Hidrográfica recogen muestras a diario 'y en los análisis no aparece contaminación', afirmaron en el organismo de cuenca.
Mientras, las empresas hidroeléctricas, tanto Gas Natural como Iberdrola, declinaron ayer pronunciarse sobre las sucesivas y repentinas crecidas del nivel del agua en el río Miño que, según los datos que maneja el Concello, suelen registrarse con mayor intensidad a partir de la madrugada y se prolongan hasta pasadas las dos de la tarde. 'Estamos trabajando con normalidad, igual que otros años por estas fechas', aseguraron en Gas Natural.
Sin embargo, Ana Garza sospecha que las hidroeléctricas, en el caso de la presa de Velle, está aprovechando las últimas lluvias para turbinar mucha agua y producir más energía. 'Iberdrola libera auga nos embalses da conca do Sil para compensar a producción eléctrica o ter inactiva a presa de Santo Estevo. Esta é a razón pola que chega máis ó río', afirmó.
Medio año de riadas
La situación se prolonga desde finales de noviembre del 2009, cuando el río, a causa de las borrascas que cruzaron la provincia, se desbordó e inundó las termas públicas de A Chavasqueira, Muíño das Veigas y Outariz. La riada afectó incluso a los balnearios privados que, a mediados del pasado mes de febrero, tuvieron que cerrar dos días las puertas al dañar la inundación la maquinaria y los almacenes.
Ana Garza esperaba la llegada de la primavera y con ella el buen tiempo para subsanar los desperfectos, pero se encontró con el río no daba tregua y, además, la empresa Iberdrola decidía vaciar todo el agua acumulada en la presa de Santo Estevo para construir una segunda central hidroeléctrica.
