El casco histórico fue el primer barrio de la ciudad en contar con un centro cívico, inaugurado el año pasado en la calle Colón que, hasta ahora, es el único de estas características en la ciudad. El Concello prevé dotar de centros de este tipo a otros barrios, como A Cuña, Seixalbo, O Pino, A Ponte y Ceboliño. En concreto, la intención municipal es 'terminar el mandato con seis centros cívicos por toda la ciudad', señala la concejala de Benestar Social, Marga Martín.
El centro cívico de A Cuña es el que está más avanzado y se espera que esté finalizado a principios del próximo verano. Los de A Ponte, O Pino y Ceboliño todavía no han sido licitados pero tendrán que estar finalizados cuando termine el año (aunque el plazo puede ser prorrogado), ya que están incluidos en el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local. En este nuevo plan se incluye también el proyecto básico para la rehabilitación del edificio histórico de Seixalbo que albergará un centro cívico y de día.
De los proyectos previstos, el de A Ponte será uno de los más ambiciosos. Estará ubicado en la calle Eulogio Gómez Franqueira, en un inmueble de propiedad municipal que en el pasado perteneció a Renfe y que, desde hace años, se encuentra en estado de abandono y deterioro. Además de salas multiusos 'que podrán ser solicitadas por asociaciones para realizar actividades puntuales', asegura Martín, el centro contará con una unidad interdisciplinar de intervención social, de forma que los vecinos de A Ponte podrán consultar sus demandas de tipo social sin salir del barrio.
El edificio tendrá también un salón de actos y una sala de lectura y juegos de mesa, además de las instalaciones para atender a niños de entre tres y ocho años, por un lado, en lo que actuará como ludoteca, para permitir la conciliación de la vida familiar y laboral. Otra aula atenderá a niños más mayores ofreciéndoles apoyo escolar. Del mismo modo, habrá una sala informática para que los vecinos puedan tener acceso a los ordenadores. Dado que en la parte posterior del edificio hay instalaciones deportivas, se pretende aprovechar esta situación para dinamizar también las actividades de este tipo en el barrio.
Dinamización
Aunque más pequeños que el de A Cuña y A Ponte, los centros cívicos de Ceboliño y O Pino (que estará ubicado en la Praza 200) nacerán con la misma voluntad: que los vecinos de la ciudad tengan un espacio donde desarrollar sus actividades y que sirva así de dinamizador de la vida social y cultural de cada barrio de la ciudad. No obstante, estos centros no tienen vocación de ser la sede permanente de ninguna asociación, aunque sí podrán realizar actos concretos en sus instalaciones.
De los proyectos previstos, el de A Ponte será uno de los más ambiciosos. Estará ubicado en la calle Eulogio Gómez Franqueira, en un inmueble de propiedad municipal que en el pasado perteneció a Renfe y que, desde hace años, se encuentra en estado de abandono y deterioro. Además de salas multiusos 'que podrán ser solicitadas por asociaciones para realizar actividades puntuales', asegura Martín, el centro contará con una unidad interdisciplinar de intervención social, de forma que los vecinos de A Ponte podrán consultar sus demandas de tipo social sin salir del barrio.
El edificio tendrá también un salón de actos y una sala de lectura y juegos de mesa, además de las instalaciones para atender a niños de entre tres y ocho años, por un lado, en lo que actuará como ludoteca, para permitir la conciliación de la vida familiar y laboral. Otra aula atenderá a niños más mayores ofreciéndoles apoyo escolar. Del mismo modo, habrá una sala informática para que los vecinos puedan tener acceso a los ordenadores. Dado que en la parte posterior del edificio hay instalaciones deportivas, se pretende aprovechar esta situación para dinamizar también las actividades de este tipo en el barrio.
Dinamización
Aunque más pequeños que el de A Cuña y A Ponte, los centros cívicos de Ceboliño y O Pino (que estará ubicado en la Praza 200) nacerán con la misma voluntad: que los vecinos de la ciudad tengan un espacio donde desarrollar sus actividades y que sirva así de dinamizador de la vida social y cultural de cada barrio de la ciudad. No obstante, estos centros no tienen vocación de ser la sede permanente de ninguna asociación, aunque sí podrán realizar actos concretos en sus instalaciones.
