Los indicadores socioeconómicos relegan a Ourense al último lugar de Galicia, agravando distancias con otras provincias

La pérdida de población y empleo se agudizó en la última legislatura

Los principales indicadores socioeconómicos de la provincia han experimentado un continuo empeoramiento a lo largo de la última legislatura autonómica, desde que en marzo de 2009 accediese Alberto Núñez Feijóo a la presidencia de la Xunta.
Así, en los últimos años se ha agravado la pérdida de población de la provincia. De hecho, hasta 2010 Ourense lograba paliar el envejecimiento poblacional con un saldo migratorio positivo, tendencia que se ha invertido en 2011 y prosigue en 2012, en los que se está marchando de la provincia más gente de la que entra. Esto ocasionó que en el ejercicio de 2011, Ourense perdiese más de 3.000 residentes, situando el censo en 330.151 personas (el más bajo de las provincias gallegas). No obstante, las estimaciones de población de 2012 recién publicadas por el INE apuntan a que en los tres primeros trimestres del año la población ourensana se redujo en 2.800 residentes.
El desempleo se ha agravado notablemente durante la presente legislatura, situándose en 27.916 personas en la actualidad (según datos al cierre de septiembre), frente a los 22.085 del mismo mes del año 2009. La tasa de paro de la provincia (20,4%), es la segunda mayor de Galicia, sólo por detrás de Pontevedra.
En paralelo, la afiliación a la Seguridad Social ha descendido desde los 108.589 trabajadores de 2009 a los 101.496 que registra en la actualidad. Así las cosas, Ourense tiene casi 7.500 cotizantes menos que pensionistas, siendo la única provincia gallega donde esto ocurre. Incluso Lugo, con una estructura sociodemográfica similar a la de Ourense, tiene más afiliados que pensionistas.
Mientras, la actividad empresarial se ha caracterizado por un continuo descenso del número de empresas, con 459 menos que con respecto al año 2009. Los autónomos también están afrontando una situación muy complicada y, de hecho, entre 2009 y la actualidad, casi 1.500 han tenido que darse de baja en la provincia. Igualmente, son preocupantes las cifras de empresas que se ven abocadas a un concurso de acreedores: en la primera mitad del año suman ya 23, cuando en todo 2011 habían sido 31.
El empeoramiento de los ratios empresariales se muestra también en los datos que refleja el informe Ardán sobre el valor añadido bruto (o creación de riqueza) por parte de las empresas. En 2010, último dato disponible, la riqueza creada por las empresas ourensanas había supuesto 869 millones de euros, tras un descenso del 7% con respecto al año anterior. El nivel de Ourense es el más bajo de Galicia, incluso a gran diferencia de Lugo (donde alcanza los 988 millones).
Asimismo, la licitación de obra pública por parte de la Xunta también ha registrado una fuerte caída, en particular en el presente año. En concreto, en 2011 se habían licitado obras por 41,1 millones de euros en Ourense (lo que supuso ya un descenso del 42% con respecto al ejercicio anterior), pero en el primer semestre del presente año se han tramitado sólo obras por 5,8 millones de euros (la cifra más baja de Galicia). Un hecho por el que en reiteradas ocasiones han mostrado su preocupación los constructores, pues consideran que la administración debería mantener su nivel de actividad para garantizar la viabilidad de las empresas y los puestos de trabajo.

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