El nivel de contratación en la provincia es ligeramente superior a las medias gallega y estatal

Personas con discapacidad logran el 0,26% de los contratos

Trabajadores de Aspanas realizan mantenimiento de jardines. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Sólo el 0,26% de los contratos de trabajo iniciales que se realizaron el año pasado en la provincia de Ourense fueron firmados por personas con algún tipo de discapacidad. Así lo refleja la memoria del Consello Económico e Social, a partir de datos del Servicio de Empleo Público Estatal. En concreto, de los 54.174 contratos rubricados en la provincia, 140 correspondieron a este colectivo.
El porcentaje en Ourense es ligeramente superior al resto de provincias gallegas, aunque con una diferencia muy reducida. En concreto, los contratos a discapacitados en Lugo el año pasado fueron 148, el 0,24% del total. A Coruña y Pontevedra, por su parte, registran el 0,2% de los contratos totales, con 541 y 535, respectivamente.

En todo caso, los datos en Galicia son ligeramente superiores a la media nacional, que registró un nivel de contratación de personas con discapacidad del 0,16%. Fueron, en total, 22.582 contratos, de los casi 14 millones registrados el año pasado.

En el caso de Ourense, la distribución por tipo de contrato muestra que 37 fueron puestos fijos y 103 tenían carácter temporal, siendo la proporción de empleo indefinido ligeramente menor a la media gallega o nacional. Mientras, por sexos, 48 correspondieron a mujeres y 92 a hombres. A nivel nacional, también es más frecuente la contratación de varones.


INTEGRACIÓN

Las personas que sufren discapacidad también notan el incremento de dificultades en época de crisis. 'Hay mucho menos trabajo en general. Para cualquier puesto hay cientos de personas y, además, tienen que ser puestos que puedan realizar ellos', señala Maruxa Román, presidenta de Aspanas, asociación de padres y madres que trabajan por la integración de personas con discapacidad intelectual. Aspanas cuenta con centros de empleo que realizan convenios con administraciones o empresas para llevar a cabo diversas actividades, como mantenimiento de espacios públicos o recogida de papel y cartón, aunque en algunas áreas también notan la crisis. 'Si las empresas no tienen trabajo, tampoco generan papel o cartón', explica. Actualmente, sus centros de empleo dan trabajo a cerca de 200 personas, fundamentalmente discapacitados intelectuales aunque determinados puestos los cubren con personas que sufren alguna minusvalía física. Román destaca que la entidad no tiene ánimo de lucro y que los recursos obtenidos se dedican íntegramente a generar empleo, así como al desarrollo de actividades que faciliten la inserción de estas personas en sus puestos. 'Es muy importante trabajar con ellos, estamos muy pendientes para que se adapten a su labora y eso a veces lleva mucho tiempo', indica.

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