Tres imputados por incendios forestales imprudentes se sentaron ayer en el banquillo de los acusados, pero por causas independientes. La fiscal reclamó 10 meses de prisión y un multa de 10 meses (con cuota diaria de seis euros) para Francisco P.E., de 76 años. Según sostuvo la acusación, prendió fuego sin las más elementales normas de seguridad para limpiar una finca de castaños de su propiedad en el paraje de Carracedo de la Sierra, en A Gudiña. El fugo se propagó a una hectárea de monte raso y generó unos gastos de extinción cuantificados en 186 euros.
Por su parte, Rogelio M.A, de 43 años,aceptó seis meses de prisión y una multa por el fuego que originó el 20 de agosto de 2012 con el objetivo de limpiar los restos de una poda en una finca ubicada en Bouzas (Maside). La quema mal apagada hizo que las llamas se reavivaran al día siguiente debido al viento y a las altas temperaturas. El incendio se propagó y afectó a 0,6 hectáreas.
Por último, Cristóbal N.D.S. (29 años) está encausado por el incendio que el 4 de agosto de 2011 provocó al lanzar un cohete cuando estaba de acampada en Campobecerros (Castrelo do Val). Este hecho, según la fiscal, provocó un incendio en la finca donde se hallaba así como en el monte colindante.
Por último, Cristóbal N.D.S. (29 años) está encausado por el incendio que el 4 de agosto de 2011 provocó al lanzar un cohete cuando estaba de acampada en Campobecerros (Castrelo do Val). Este hecho, según la fiscal, provocó un incendio en la finca donde se hallaba así como en el monte colindante.
