Nochebuena convirtió las calles del Casco Vello en un hervidero de gente durante toda la madrugada. A pesar del límite horario y de la normativa de ruido que los locales deben respetar, los vecinos vuelven a quejarse de la cada vez más complicada convivencia con la marcha nocturna. Desde la asociación de O Cimborrio denuncian hasta "siete locales clandestinos que se convierten en locales de ocio abiertos hasta las seis de la madrugada, cuando tienen que cerrar a las 4,30 horas". Se sienten indefensos por el Concello y la situación se agrava para alguno de ellos. Un vecino de la calle Lepanto denuncia que ayer no pudo entrar a su casa por culpa del jaleo y las mesas de establecimientos colocadas en su portal.
"Soy una persona tranquila, entiendo la marcha nocturna, pero con esta situación ya no podemos más", explica el afectado. Llamó a la Policía Local a la 1,00 de la madrugada denunciando que no podía entrar a su casa.Veinte minutos después vuelve a llamar a la Local:
-Vecino: "(...)E para dicirlle que me vou a casa dos meus pais (...) E nada... Todo o que temos que vivir. É que non dou entrado"
-Policía Local: "Imos facer un informe cando poidamos, estamos atendendo un atropelo".
-Vecino: "Eu entendo, si home si. Pero ten que entender que é a miña casa"
-Policía Local: "Pareceme ben, é moi lóxico".
-Vecino: "(...)Voume a durmir a casa dos meus pais e xa o xoves (por hoy) miraremos o tema ou como sexa. É moi triste esto".
-Policía Local: "Tamen lle digo. Vale? Síntoo moito...".
El vecino no pudo dormir en su casa, víctima de la movida y de la falta de respuesta policial. "¿Qué iba a hacer? –se pregunta el afectado–Ponerme a discutir con 40 borrachos para que me dejen pasar?".
Otra de las polémicas es la fiesta en la calle que montó otro local, también en Lepanto. Desde O Cimborrio denuncian que una persona se subió a la farola para taparla con una bolsa (tal y como se ve en la imagen) y colocar su propio dispositivo de luz y sonido. "Han convertido la vía pública en una fiesta con luces y música. Después llamas a la Policía y no pueden hacer nada", explican.
La preocupación aumenta entre los vecinos, a los que todavía les quedan jornadas potentes de marcha nocturna, especialmente en fin de año, con más fiestas que han pedido autorización para esa última noche del 2019. "Esta situación ha generado impunidad y abandono", explican.
Polémica por una fiesta de fin de año con barra libre y entrada a menores
La publicidad de una fiesta de fin de año en la discoteca Macao, en Valle Inclán, genera polémica por las condiciones del evento, que incluye barra libre y posibilidad de acceso de menores de edad. La discoteca solicita una autorización de los padres a través de un formulario para los menores que quieran acceder y no se responsabilizan de si estos consumen alcohol en el interior. La Policía Local refuerza sus dispositivos de seguridad para estas fechas, vigilando el consumo de alcohol de menores en los locales. Control horario, aforos y licencias de apertura en los negocios de hostelería, además de fiestas sin autorización.
"Ha sido una noche más de excesos, no difiere de otras. Estamos hartos"
La asociación de vecinos de O Cimborrio ya no puede más. "Nochebuena ha sido una noche más de excesos, no difiere de otras. Hemos detectado en Vinos otro nicho de locales clandestinos que se pasan por el forro los controles. Se ha generado impunidad con ellos y abandono con nosotros, los vecinos. Nos ha quedado claro de qué parte está el Concello, que sólo protege a una parte", critican desde O Cimborro. El colectivo denuncia "falta de transparencia" y solicitan conocer qué fiestas están autorizadas para estas fechas y dónde.
