Los responsables de la pizarrera de Cerredelo (Laza) tendrán que reponer maquinaria para retormar la actividad. La empresa llevaba meses cerrada y los ladrones aprovecharon para llevarse parte de la maquinaria, valorada en 12.000 euros, según recoge la denuncia.
Los ladrones sustrajeron parte de la maquinaria de la pizarrera Piedra Bañuelas de Cerredelo, en el municipio de Laza.
La empresa llevaba varios meses cerrada y, según denunció el empresario, Magín Fernández Feliz, con domicilio en Villagatón, en la provincia de León, los ladrones se apoderaron entre el 10 de diciembre del 2007 y el mes en curso, de un gato elevador, dos mesas giratorias, una sierra y otra mesa para desplazar la piedra, todo ello valorado en más de 12.000 euros.
El industrial se percató del robo cuando visitó las instalaciones para retomar la actividad empresarial. La pizarrera está situada en los alrededores de la localidad, a escasa distancia de la vía de ferrocarril. Los vecinos no se percataron ni de la sustracción de la maquinaria, ni de la presencia de personas extrañas en la zona, pese a que los autores utilizaron, según fuentes de la investigación, un camión para llevarse el botín. La Guardia Civil sospecha que la maquinaria, toda ella de la marca Arinsa, según figura en la denuncia, fue vendida posiblemente a bajo precio a empresarios del sector, bien afincados en Galicia o en el Norte de Portugal, explicaron fuentes del instituto armado, cuyos responsables alertaron del robo a las fuerzas de seguridad de Portugal.
La empresa llevaba varios meses cerrada y, según denunció el empresario, Magín Fernández Feliz, con domicilio en Villagatón, en la provincia de León, los ladrones se apoderaron entre el 10 de diciembre del 2007 y el mes en curso, de un gato elevador, dos mesas giratorias, una sierra y otra mesa para desplazar la piedra, todo ello valorado en más de 12.000 euros.
El industrial se percató del robo cuando visitó las instalaciones para retomar la actividad empresarial. La pizarrera está situada en los alrededores de la localidad, a escasa distancia de la vía de ferrocarril. Los vecinos no se percataron ni de la sustracción de la maquinaria, ni de la presencia de personas extrañas en la zona, pese a que los autores utilizaron, según fuentes de la investigación, un camión para llevarse el botín. La Guardia Civil sospecha que la maquinaria, toda ella de la marca Arinsa, según figura en la denuncia, fue vendida posiblemente a bajo precio a empresarios del sector, bien afincados en Galicia o en el Norte de Portugal, explicaron fuentes del instituto armado, cuyos responsables alertaron del robo a las fuerzas de seguridad de Portugal.
