Los placeros se declaran “hartos de trifulcas” y piden que les dejen “en paz” y al margen de las “guerras” entre funcionarios “que tienen el sueldo asegurado”, mientras ellos solo quieren trabajar y moverse “cuanto antes” a un nuevo edificio en “condiciones dignas”. El presidente de la Asociación de Comerciantes de la Plaza, Emilio González, respondió así tras conocerse que el pleno municipal de mañana viernes tendrá que mediar en las discrepancias surgidas entre el asesor jurídico del Concello y el interventor, a cuenta de un modificado de proyecto que es necesario aprobar para rematar la obra.
González recordó que “no es nuestra guerra” la disputa política entre técnicos e insiste en que lo que hace falta es que el edificio quede “en condiciones dignas” para poder trasladarse cuanto antes, algo que ahora no está garantizado. Señalan que el proyecto que se desarrolla tras hacerse “cambios sustanciales” no ha solucionado la basura y la carga y descarga como prometía originalmente, y tampoco se ha contemplado la pasarela o la integración del parquin, además de olvidarse del rianxo.
Con todo eso en la mesa, al presidente de los placeros le parece “inconcebible” que siga sin solucionarse tampoco la urbanización exterior, que todo que deberá salir a concurso todavía, lo que demorará la reforma integral muchos más meses.
Emilio González lamenta que “solo se han empezado a solucionar cosas” a raíz de la entrevista que concedió a este periódico el pasado 11 de julio, pero sigue denunciando que el proyecto que quedará ahora difiere sustancialmente del aprobado originalmente, compartiendo así visión con el interventor, que no ve posible aprobar el modificado. “Tras informarnos con nuestros asesores jurídicos y urbanísticos tenemos que decir que creemos que el interventor tiene razón en su reparo”, sostiene González, que también recuerda a Gonzalo Pérez Jácome que “si estuviera en la oposición y viera cambios tan sustanciales en el proyecto, no lo estaría tapando como lo está tapando”.
En este punto, recuerda que en julio solicitaron al Concello el proyecto definitivo tras los cambios realizados, pero no los han entregado. “Les aseguramos que si nos daban los planos les redactaríamos en menos de un mes un plan funcional para poner en marcha el mercado”, dice González, quien critica la interlocución con asesores “que no tienen ni idea y que nos llegaron a decir que algún carnicero se tendría que reconvertir en frutero o que nos tendríamos que buscar la vida para poner la basura, es una falta de respeto”.
