El PSOE de Ourense ve "ilegalidad" en las obras de la calle Concordia, que costarán un millón más

Desde el PSOE de Ourense, la portavoz del Concello, Natalia González, ha tachado la actuación del alcalde en torno a la obra de "ilegal" y "mala praxe"

La reforma integral de la rúa Concordia, la obra más “emblemática e icónica” de la ciudad prometida por el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, tendrá que esperar y será hasta un millón de euros más cara que el presupuesto inicial, que ya ascendía a cinco millones. Son varios los retrasos que acumulan los trabajos en esta calle, iniciados hace casi un año. El proyecto empezó mucho antes: el regidor ya restringió el tráfico en enero de 2020 con escaso éxito, ya que los vehículos seguían entrando en la vía, que solo llegó a ser peatonal en la teoría, mientras en la práctica reinó el caos de tráfico y la falta de señalización peatonal. Algunos negocios siguen quejándose de la poca clientela tras las obras. En la puerta de un local, cuelga una corona de flores que reza “Descanse en Paz. Concordia”. La última previsión era finalizar los trabajos en Navidad, pero no ocurrió así. 

El Concello de Ourense se vio recientemente obligado a admitir que un problema con los colectores de saneamiento iba a provocar un cambio técnico, después de que el PSOE alertase de un sobrecoste de 700.000 euros y denunciase la falta de transparencia en el acceso al expediente de contratación. El de los colectores no es un fallo menor. El modificado del proyecto por una cuestión que no se contempló desde un inicio puede ascender, según los socialistas de Ourense, a un 20% del presupuesto inicial de la obra. El PSOE insiste en lo “ilegal” y “mala praxe” de estas actuaciones. Serían seis millones de euros para colocar rampas en una calle en la que, por otro lado, residía el alcalde y donde tiene acceso a las galerías en las que se ubica su negocio.

La última previsión del Concello era acabar las obras en marzo de 2023, tras admitir el problema con los colectores de saneamiento: esta previsión sería justo un año después de inaugurarse la cambiante obra, cuyos plazos iniciales de finalización eran de ocho meses. Según expertos consultados, los colectores de Concordia son de los años sesenta, un aspecto que los técnicos tendrían que conocer desde el inicio, debido a que no es un elemento insignificante en una obra de tal envergadura. Sin embargo, no fue así. El Concello, por el momento, no ofrece una cifra concreta del sobrecoste de Concordia. Además, un cambio así no es menor, por lo que además del incremento del precio, también se podría ver incrementado el plazo de finalización de la obra

La estampa en la rúa Concordia, una de las arterias comerciales de Ourense, es de maquinaria trabajando en la vía, con varios cortes de tráfico y de acceso al párking en las últimas semanas. Incluso los repartidores de la zona fueron desviados por la rúa do Paseo. Prácticamente todos los tramos están vallados, con la obra por terminar en este puzle en pleno centro de la ciudad. De hecho, hay aceras que volvieron a levantarse cuando ya estaban listas. 

La portavoz municipal del PSOE, Natalia González, compareció ayer frente a las obras para asegurar que el Concello  “podería estar abocado á bancarrota pola xestión irregular do alcalde Jácome e o despilfarro de cartos públicos en obras irrealizables e inviables”. En el caso de Concordia, lo tildan como “o epicentro do despilfarro do alcalde e o principal expoñente de tres anos e medio de mandato marcados polo escurantismo, a falta de modelo de cidade e as malas praxes”. González recordó que la instalación de rampas “na rúa onde o alcalde ten o seu negocio”, supone “soterrar 5 millóns nun equipamento que non sabemos se imos poder manter”. Los socialistas creen que el proceso de contratación inicial “era unha chapuza”, tras conocer que se hizo un modificado del proyecto al margen.

Peligra el pago de otros proyectos para los que no hay dinero consignado

La portavoz del grupo socialista, Natalia González, advirtió de otras obras en marcha en la ciudad que “non se van poder pagar posto que non hai diñeiro consignado”. La socialista criticó que Jácome anuncie proyectos como el de Avilés de Taramancos o Alameda do Cruceiro “para vender fume electoral”.  “Non se pode enganar á cidadanía mentres se están a baleirar as arcas municipais, se acometen praxes irregulares na contratación pública e se vulnera a transparencia, obstruíndo o labor de fiscalización da oposición”, añadió González, que insiste en que “este neglixente xeito de actuar” podría conducir a que el próximo gobierno se encuentre con un Concello “en bancarrota e hipotecado”.

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