El líquido, que le causó heridas graves, podía estar destinado a limpieza

La Policía sospecha que la botella de la que bebió una mujer en Cea fue rellenada

La Policía sospecha que la botella de agua de la que bebió una mujer en Cea y por la que sufrió una intoxicación grave pudo haber ‘sido rellenada con algún producto de los utilizados habitualmente para la limpieza’. Del mismo modo considera que esa botella pudo ser ‘dejada por personal del bar junto a los citados productos para su posterior utilización’.
Con un último caso registrado el viernes en Carballiño, ya son cuatro las personas que, en menos de un mes, recibieron asistencia sanitaria después de beber agua embotellada de la marca Cabreiroá. Las diferencias entre los tres últimos casos y el primero son evidentes, lo que ha llevado a los investigadores a sospechar de un posible ‘efecto espejo’ tras la gravedad del primero, ocurrido a finales de agosto en Cea y en el que una mujer sufrió una intoxicación grave. La empresa Caibreroá siempre ha insistido en que el ‘proceso de producción de nuestros productos tiene garantías absolutas de salubridad’ y el informe elaborado por la Policía sobre el primer caso, a falta de conocer los resultados de los análisis del agua, parece dar la razón a la compañía.

La Policía baraja la hipótesis de que ‘la citada botella haya sido rellenada con algún producto de los utilizados habitualmente para la limpieza y que esa botella haya sido dejada por personal del bar junto a los citados productos para su posterior utilización, siendo servida por la camarera, que desconocería su contenido’. Otra de las posibilidades que aborda la investigación es que la botella hubiera sido cambiada por otra intencionadamente una vez servida, si bien los propios investigadores concluyen que ‘resulta muy poco probable, dado que este hecho podría haber sido observado por alguno de los clientes del bar’.

Las conclusiones a las que llega la Policía, que no serán definitivas hasta conocer el resultado de los análisis, se basan, entre otras cosas, en que ‘el lote de las botellas contenidas en la caja de cartón no coincide con el de la entregada en la UCI’ y en que las botellas de agua del tiempo se guardan en el bar en la parte baja de la barra junto al lavavajillas. También tiene en cuenta que la víctima asegura que ella no abrió la botella, sino la camarera y que el líquido corrosivo que ella ingirió no estaba en el vaso del que bebió sino en la botella.


Dados de alta los dos últimos casos, en Carballiño y Ourense

El último caso conocido de una persona que tuvo que recibir asistencia sanitaria después de beber agua de Cabreiroá ocurrió el viernes en Carballiño, donde F.R.P., de 40 años, se vio aquejado de un picor en la garganta después de beber un trago en un bar. Un síntoma muy parecido al que había sufrido C.G.P., de 27 años, en las mismas circunstancias, en una cafetería de la ciudad. Ayer le dieron el alta tras permanecer por la noche en el Complexo Hospitalario de Ourense al remitir las molestias que sufría en la garganta (irritada) y al no mostrar ningún síntoma.

Según declaró la propia empresa a la Policía, ‘es prác ticamente imposible que una única botella salga de la envasadora contaminada o con otro líquido que no sea agua’. Por ello, en caso de que fallasen todos los protocolos de seguridad, ‘el error daría lugar a que varios cientos de botellas se vieran afectados de la misma forma’, circunstancia que, por el momento, no ha ocurrido, dado que en los tres últimos casos las molestias sufridas no están relacionadas con la gravedad de la primera. Por todo ello, la empresa transmite un mensaje de ‘tranquilidad’ a los clientes sobre la salubridad de sus productos, que tienen ‘toda la solvencia industrial y a nivel alimentario’.


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