La delincuencia a uno y otro lado de la delgada 'raia' que separa el sur de Galicia del norte de Portugal está en plena efervescencia. Las constantes ideas y venidas de Saturnino Cerezo Cancelas, alias 'Canceliñas', y su socio, Alvaro Miguel dos Santos, en el secuestro del médico Antonio Veloso, son el penúltimo renglón de una crónica que no deja de sumar capítulos. El propio delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, reconocía que el paso a un lado y otro de la frontera había jugado a favor de los dos prófugos.
La escasa vigilancia policial en la 'raia' favorece, según aseguran la propias fuerzas de seguridad, que los delincuentes se muevan con cierta impunidad, sobre todo en Ourense, la provincia con más kilómetros de frontera. Un hecho al que hay que sumar la puesta en marcha de la nueva vía de alta capacidad, la A-75, que ha favorecido la movilidad.
Al tránsito irregular de personas, entre las que se encuentran mujeres que son captadas para ejercer la prostitución, hay que sumar el tráfico de drogas, la compra-venta de armas, el tránsito itinerante de grupos organizados que cometen actos delictivos en la provincia y posteriormente se refugian en territorio portugués y, más recientemente, el asentamiento en territorio luso de la cúpula de la organización terrorista Resistencia Galega.
En la actualidad, la Policía cuenta con una unidad de extranjería y documentación de Verín, a la que están adscritos ocho funcionarios. Este personal, según valora Roberto González, responsable del Sindicato Unificado de Policía de Ourense, es a todas luces 'insuficiente para dar cobertura a las actuaciones que deberían prevenir hechos delictivos'.
Para el SUP, urge una Unidad de Prevención y Reacción (UPR), tal como las ya creadas en Vigo, Santiago o A Coruña. Estas unidades están formadas por grupos de 30 agentes, dotadas de medios y formación específica, y cuya misión principal es la prevención de la delincuencia, así como el mantenimiento y, en su caso, el restablecimiento del orden público y la seguridad ciudadana.
LA OPERATIVIDAD
Otra otra de las características de estas unidades es su operatividad y cierta movilidad para desplazarse y desarrollar dispositivos o afrontar problemas concretos. 'Es aquí donde esta unidad dotada de medios humanos y materiales, además de formación específica, podría realizar despliegues operativos, los llamados controles, en la zona fronteriza en prevención de la delincuencia', explica González.
La 'extensión' de la raia en la provincia junto 'al déficit de medios materiales y humanos ' son, a juicio del responsable de la Unión Federal de Policías, Enrique Camoeiras, los principales inconvenientes para frenar la oleada de delitos. Para este agente, ese espacio es demasiado permeable a bandas especializadas en tráfico de armas, ganado y, sobre todo, drogas porque 'la frontera costera está muy vigilada, no así la terrestre'. Sin olvidar, la moneda : 'En Portugal están las mejores imprentas clandestinas de Europa para falsificaciones de moneda', añade. Un problema que -matiza- se ve acrecentado por la crisis que vive el país vecino.
Por su parte, tanto desde la Comisaría de As Lagoas como desde el Instituto Armado recalcan que la colaboración con la GNR (Guardia Nacional Republicana) es buena a la hora de articular la prevención. No obstante, la Unión de Guardias Civiles en Ourense matiza que el déficit de personal complica la vigilancia en puntos calientes como Verín y Baltar, máxime en un contexto en el que la delincuencia aumentó considerablemente este año en el ámbito rural.
Al tránsito irregular de personas, entre las que se encuentran mujeres que son captadas para ejercer la prostitución, hay que sumar el tráfico de drogas, la compra-venta de armas, el tránsito itinerante de grupos organizados que cometen actos delictivos en la provincia y posteriormente se refugian en territorio portugués y, más recientemente, el asentamiento en territorio luso de la cúpula de la organización terrorista Resistencia Galega.
En la actualidad, la Policía cuenta con una unidad de extranjería y documentación de Verín, a la que están adscritos ocho funcionarios. Este personal, según valora Roberto González, responsable del Sindicato Unificado de Policía de Ourense, es a todas luces 'insuficiente para dar cobertura a las actuaciones que deberían prevenir hechos delictivos'.
Para el SUP, urge una Unidad de Prevención y Reacción (UPR), tal como las ya creadas en Vigo, Santiago o A Coruña. Estas unidades están formadas por grupos de 30 agentes, dotadas de medios y formación específica, y cuya misión principal es la prevención de la delincuencia, así como el mantenimiento y, en su caso, el restablecimiento del orden público y la seguridad ciudadana.
LA OPERATIVIDAD
Otra otra de las características de estas unidades es su operatividad y cierta movilidad para desplazarse y desarrollar dispositivos o afrontar problemas concretos. 'Es aquí donde esta unidad dotada de medios humanos y materiales, además de formación específica, podría realizar despliegues operativos, los llamados controles, en la zona fronteriza en prevención de la delincuencia', explica González.
La 'extensión' de la raia en la provincia junto 'al déficit de medios materiales y humanos ' son, a juicio del responsable de la Unión Federal de Policías, Enrique Camoeiras, los principales inconvenientes para frenar la oleada de delitos. Para este agente, ese espacio es demasiado permeable a bandas especializadas en tráfico de armas, ganado y, sobre todo, drogas porque 'la frontera costera está muy vigilada, no así la terrestre'. Sin olvidar, la moneda : 'En Portugal están las mejores imprentas clandestinas de Europa para falsificaciones de moneda', añade. Un problema que -matiza- se ve acrecentado por la crisis que vive el país vecino.
Por su parte, tanto desde la Comisaría de As Lagoas como desde el Instituto Armado recalcan que la colaboración con la GNR (Guardia Nacional Republicana) es buena a la hora de articular la prevención. No obstante, la Unión de Guardias Civiles en Ourense matiza que el déficit de personal complica la vigilancia en puntos calientes como Verín y Baltar, máxime en un contexto en el que la delincuencia aumentó considerablemente este año en el ámbito rural.
