CON ADN OURENSANO

A Ponte de Ourense lleva a Dublín

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photo_camera Paulo Rodríguez en la sede de Dropbox en Dublín, empresa en la que lleva casi tres años trabajando como jefe de arquitectos de soluciones.

Paulo Rodríguez trabaja en Dropbox en Dublín, empresa en la que lleva casi tres años como jefe de arquitectos de soluciones.

"A verdade é que a Chus foi unha visionaria", reconoce años después Paulo Rodríguez desde Dublín. El cativo larguirucho terqueaba con jugar al baloncesto en el Cruz Alta, su madre se empeñaba en que dedicase el tiempo libre a aprender inglés y el dominio del idioma le sirvió para encontrar trabajo en la multinacional Oracle a las dos semanas de llegar a la tierra brumosa de Joyce sin más padrino que el título superior de ingeniero informático de sistemas. Se ahorró el peaje de gastar meses lavando platos en un restaurante como les sucede a muchos otros emigrantes hasta que se desenvuelven en inglés con soltura.

Paulo, a su manera, también fue un visionario gracias a Francisco, un vecino del barrio de A Ponte, que le inoculó la pasión por la informática. Estudió primero en A Coruña Ingeniería Técnica de Sistemas, después cursó el ciclo superior en Ourense e incluso antes de recibir el título emigró para comprobar la garra del 'Tigre Celta'. Tomó la decisión sin necesidad de emplear un código binario; se limitó a guiarse por el corazón: "A miña moza déronlle traballo para dar clase de castelán na Universidade, pensei que en Irlanda había moitas empresas informáticas e marchei á aventura cunha man diante da outra como se facía antes".

Y como "malo será que chova", como se anima cuando se monta en la bicicleta para ir a diario al trabajo en una tierra que produce nubes, a Paulo tampoco le fue mal con las cabriolas laborales. Como en Oracle era uno más, se matriculó en un máster de gestión de sistemas de información en el prestigioso Trinity College para examinar las costuras del mundo empresarial. Tras pasar por otro gigante tecnológico como Symantec, decidió regresar a Galicia atendiendo la plegaria del ferroviario y de la maestra que pasó de la docencia para enseñar a sus hijos a caminar en línea recta por la vida. Trabajó durante año y medio como director de informática del desaparecido periódico 'Xornal de Galicia', pero regresó a Dublín para formar una familia con Cristina. "Tiñamos que decidir entre aquí ou alí e ela ten traballo na Universidade". Y "malo será" que Paulo no encontrase otra vez curro. 

Se alistó en Google como ingeniero de soluciones, pero cuando llevaba casi cuatro años en el buscador más famoso y que contaba con más de 2.000 trabajadores en Irlanda, un colega le comentó que Dropbox, empresa que lidera el mercado de alojamiento de archivos en la red, estaba arrancando en Dublín y había un puesto de sus características. "Fun facer a entrevista e enamoreime. Había só unhas 20 persoas traballando e era a oportunidade para facer cousas máis innovadoras". Ya había aceptado cuando un compañero de Google alabó su valentía por el cambio de empresa, ya que iba a nacer su primera hija, Matilda, y estaba en el proceso de comprar una casa. "Nin me decatara diso antes de tomar a decisión".

Pero como "malo será", volvió a acertar. Lleva casi tres años, es el jefe de los arquitectos de soluciones, tiene a nueve personas a su cargo y se siente una pieza importante del crecimiento "brutal" de una compañía que ya emplea a cerca de 200 personas en Irlanda. Con un horario flexible, dispone de tiempo para echar una mano en casa, máxime desde que Alicia aumentó la familia hace seis semanas. Esta aventura que comenzó en A Ponte quizá no tenga billete de regreso. Paulo juega al rugby en el Old Belvedere, afición que pervive desde su etapa universitaria cuando militaba en el CRAT coruñés y ahora son sus padres los que lo visitan con frecuencia. "Xa non me preguntan cando volvo, agora pídenme que teña máis fillos". Paulo les habla siempre en galego para que sepan que a Dublín también se llega pasando por A Ponte. 

“Os mozos témolo difícil, Galicia é país para vellos"

Que lle suxire a palabra Ourense?
Casa.

Cal é o seu cornecho preferido?
Uns bancos que hai diante dos pavillóns da Renfe, que é onde vivía a miña avoa. Xogaba alí de pequeno e gústame sentarme alí. 

Que é o que máis bota de menos?
A familia, sen dúbida, incluíndo na famlia aos amigos. 

Cal é o ‘garito' ao que sempre volve?
Gustábame O Pucho da Ponte. Ía cando tiña fame de empanadillas pero xa se xubilou. Levo no corazón o Torgal. A familia Pedrouzo mantén moi alto o nivel cultural alternativo de Ourense.  

Cantas veces pensa ao día na súa terra ?
Como mínimo unha porque a miña nai chama sempre pola noite.

Volverá?
Non o sei. Inspirándome en Javier Bardem, outro grande xogador de rugby, Galicia é un país para vellos, gobernado por vellos. Os mozos témolo complicado. 

Que cre que aporta Ourense ao mundo?
Moitas cousas, pero direi o termalismo ben feito e o cocido como ten que ser. 

Aínda que é mozo, onde lle gustaría ser enterrado?
Creo que na Ponte, na casa. 

Cantas pontes ten Ourense?
Peonil está a de Oira, a do centro comercial, a Romana e a de Ontariz. Despois está a do tren, e de coches temos a Ponte Nova, a Novísima e a do Milenio. n  

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