El PP local espera turno para fijar rumbo a 2023


No están siendo las semanas más tranquilas en el seno del Partido Popular, que ha vivido un auténtico terremoto desde que en febrero “cortasen” la cabeza a Pablo Casado y, a continuación, Alberto Núñez Feijóo diese el salto desde Galicia a Madrid, con su sucesión en la Comunidad todavía pendiente de oficializarse para encumbrar a Alfonso Rueda.

Mientras las aguas se revuelven por arriba, el turno para la renovación del PP de la ciudad de Ourense sigue sin salir, prolongándose su interinidad y llenando de incógnitas los últimos 12 meses que restan hasta que tengan que formalizarse las candidaturas para las elecciones municipales.

Con sus rivales ya rearmados orgánicamente, los populares están sin presidente local desde que en septiembre el exalcalde Jesús Vázquez anunciase que abandonaba la política y es una gestora la que, desde noviembre con la portavoz municipal, Flora Moure al frente, controla la organización.

Sin embargo, todos asumen en el partido que es necesario acabar con esa provisionalidad para afrontar un reto que no se antoja sencillo y en el que el futuro presidente del PP local, que no necesariamente tendría que coincidir con el candidato a la Alcaldía, deberá marcar una línea que le permita fijar un plan  y rumbo propios que le diferencie del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, con el que gobiernan en coalición en una relación con muchos altibajos.

No hay un plazo, sin embargo, para la celebración de un congreso local que sí se ha celebrado ya en Vigo, donde también había una gestora hasta el pasado mes de diciembre, y que ya tiene fecha en Pontevedra, el 7 de mayo, y en Santiago, una semana después. Mientras, el cónclave autonómico se celebrará a finales de mayo, lo que condiciona también el calendario.

Además del desconocimiento de la fecha, nada se sabe tampoco de posibles aspirantes a coger el timón de la agrupación del PP en Ourense y si, llegado el momento, este congreso será con un candidato único que logre un cierto consenso o si las distintas sensibilidades que conviven en la formación derivan en un enfrentamiento por el apoyo de la militancia. Al inicio de mandato, nada más sellarse el acuerdo de gobierno en el Concello, los populares idearon una especie de tricefalia con Jesús Vázquez manteniendo el liderazgo orgánico, Jorge Pumar accediendo a la Tenencia de Alcaldía y Flora Moure a la portavocía del grupo. Con ese escenario, las dudas sobre el futuro eran ya muchas; ahora el PP nada en un océano.

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