La sección segunda de la Audiencia provincial de Ourense acogió ayer el juicio contra José Manuel D.S., para quien el Ministerio Fiscal solicitó la imposición de una pena de tres años de prisión y una indemnización de 18.500 euros, por un delito de lesiones cometido en el centro penitenciario de Pereiro de Aguiar contra otro de los internos.
Su defensa, por su parte, instó al tribunal a una sentencia absolutoria y, subsidiariamente, caso de no ser considerada esta circunstancia, un fallo por lesiones por imprudencia, cuya pena va de uno a tres años de cárcel. El acusado admitió su participación en los hechos imputados. El 18 de julio de 2006, acusado y víctima habían mantenido una discusión por la mañana, durante la que el primero lo amenazó con golpearlo. Pero 'como no teníamos una mala relación pensé que estaba de broma', indició Antonio C.A., la víctima. En ese momento el conflicto no fue a mayores. Sí, en cambio, se complicó por la tarde, cuando permanecían en una fila para tomar café en el patio del modulo en el que se encontraban. 'Perdí los estribos y nos liamos. Le di un puñetazo y él me dio a mí unos cuantos', confesó el acusado a preguntas del fiscal. ¿Había mediado algún tipo de provocación por parte de Antonio C.A.? El encausado lo negó. 'Tenía nervios', afirmó, y de ahí a perder 'los estribos' medió un instante.
El repentino puñetazo que José Manuel D.S. -desplazado desde una prisión de Huelva en la que ahora cumple condena- propinó al otro interno le produjo lesiones en su ojo izquierdo que obligaron a ser reparadas en dos intervenciones quirúrgicas, y que a la postre le han dejado como secuelas un debilitamiento de la agudeza visual.
El repentino puñetazo que José Manuel D.S. -desplazado desde una prisión de Huelva en la que ahora cumple condena- propinó al otro interno le produjo lesiones en su ojo izquierdo que obligaron a ser reparadas en dos intervenciones quirúrgicas, y que a la postre le han dejado como secuelas un debilitamiento de la agudeza visual.
