Los problemas de tres ourensanos para rogar el voto desde el extranjero

Han sido muchos los ourensanos que se han tenido que buscar un futuro laboral lejos de su tierra natal y desde los kilómetros de distancia han querido ejercer su derecho al sufragio pero han sufrido dificultades al rogar el voto

Paula Rodríguez, María Vences y Manuel Domínguez son tres de los ourensanos que han tenido que emigrar para buscar un futuro laboral lejos de su tierra natal. La primera es enfermera en un hospital de Londres, la segunda está viviendo la experiencia universitaria en México y el tercero es un voluntario en Austria. Ambos con ansias de votar y "cambiar el rumbo del país".

La enfermera emigrada dice que "en Londres solamente abre la embajada por la mañana, así que si trabajas de mañana ya no puedes ir porque abre a las 9,15 y cierran a las 14,00 horas". Además afirma que "sólo abrieron el plazo durante una semana y domingo cerrado y el sábado atendían solo con cita previa de 10,00 a 12,00".

Por su parte, María Vences sentencia que "aquí estamos en época de exámenes y por las dimensiones de México DF tardarías mucho en ir a la embajada. También comenta que "no nos dan ninguna facilidad ya que los horarios son malísimos". 

"Tenía que ir a la embajada en Viena que me cuesta 50 euros el viaje ida y vuelta. Me parece una aberración que no tengas la opción de votar de forma segura digitalmente con una huella electrónica o con el DNI", admite Manuel Domínguez desde Austria. 

Los tres coinciden en que quieren "un cambio de rumbo de la gestión del país" ya que ven el bipartidismo en sus últimas horas de vida y las nuevas formaciones políticas con posibilidades de ganar muchos escaños. También sentenciaron que el Gobierno actual "no les representa".

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