Apuntalar, eliminar los escombros y garantizar la seguridad pública. Estas son las tres medidas principales que el Concello de Ourense exige a los propietarios del edificio en estado de ruina de la avenida de Pontevedra, así como la designación de un técnico competente que dirija estos trabajos. La edil de Urbanismo, Áurea Soto, señala que las fotografías del expediente urbanístico hablan por sí mismas de la necesidad urgente de preservar la seguridad. Los afectados, por su parte, estudian medidas legales.
El Concello de Ourense notificará a los propietarios del inmueble en ruinas situado en el número 3 de la avenida de Pontevedra su obligación de apuntalar el edificio, eliminar los escombros en los puntos más afectados de su interior y desarrollar todas aquellas medidas destinadas a garantizar la seguridad pública, entre las que se encuentra la necesidad de cubrir la fachada con una red para evitar desprendimientos. Para todo ello, los propietarios deben designar un técnico competente para a dirección e execución das medidas de seguridade, tal y como reza en un comunicado emitido ayer por el propio Concello, que supervisará el trabajo de dicho técnico.
Según acredita el informe de los técnicos municipales (la documentación sobre este inmueble suma más de 1.000 folios custodiados en el Concello), en el actual estado de ruina y potencial riesgo de colapso y hundimiento, no se puede garantizar la estabilidad del edificio ni la seguridad de sus ocupantes (nadie habitaba los tres pisos, sólo estaban ocupados los bajos).
Por ello, una vez materializado el desalojo del pasado martes día 15, el Concello insta a los propietarios a que como medida urxente de seguridade procedan a apuntalar el inmueble, desde la planta baja hasta la cubierta, y que procedan asimismo a retirar los escombros acumulados sobre las escaleras. También exige el desmontaje en la parte superior de la caja de las escaleras en todos los entramados que se encuentren suspendidos y eliminar el resto de elementos que ofrezcan peligro de desprendimiento.
Informe técnico
La edil de Urbanismo, Áurea Soto, ha hecho públicas varias de las fotografías que integran el informe técnico del aparejador municipal (redactado el pasado 18 de diciembre) que constatan, por sí mismas, el estado ruinoso del interior del inmueble. A la vista de estas imágenes, la concejala socialista señala que la decisión fue tomada en base a criterios estrictamente técnicos y aunque advierte que la situación de desamparo que aducen los inquilinos desalojados hay que tratarla con mimo, porque es delicada, recuerda que la determinación de precintar el inmueble no fue tomada a la ligera, sino poniendo los medios para evitar problemas mayores.
De hecho, Áurea Soto hace referencia al auto del juez en el que desautoriza el desalojo y matiza que la resolución judicial ponía de manifiesto que la responsabilidad de preservar la seguridad de las personas es exclusiva del Concello. Y a la vista del estado del edificio, no podíamos hacer otra cosa más que precintarlo e instar a los propietarios a que lo apuntalen porque existe un riesgo muy serio que han certificado los técnicos.
Según acredita el informe de los técnicos municipales (la documentación sobre este inmueble suma más de 1.000 folios custodiados en el Concello), en el actual estado de ruina y potencial riesgo de colapso y hundimiento, no se puede garantizar la estabilidad del edificio ni la seguridad de sus ocupantes (nadie habitaba los tres pisos, sólo estaban ocupados los bajos).
Por ello, una vez materializado el desalojo del pasado martes día 15, el Concello insta a los propietarios a que como medida urxente de seguridade procedan a apuntalar el inmueble, desde la planta baja hasta la cubierta, y que procedan asimismo a retirar los escombros acumulados sobre las escaleras. También exige el desmontaje en la parte superior de la caja de las escaleras en todos los entramados que se encuentren suspendidos y eliminar el resto de elementos que ofrezcan peligro de desprendimiento.
Informe técnico
La edil de Urbanismo, Áurea Soto, ha hecho públicas varias de las fotografías que integran el informe técnico del aparejador municipal (redactado el pasado 18 de diciembre) que constatan, por sí mismas, el estado ruinoso del interior del inmueble. A la vista de estas imágenes, la concejala socialista señala que la decisión fue tomada en base a criterios estrictamente técnicos y aunque advierte que la situación de desamparo que aducen los inquilinos desalojados hay que tratarla con mimo, porque es delicada, recuerda que la determinación de precintar el inmueble no fue tomada a la ligera, sino poniendo los medios para evitar problemas mayores.
De hecho, Áurea Soto hace referencia al auto del juez en el que desautoriza el desalojo y matiza que la resolución judicial ponía de manifiesto que la responsabilidad de preservar la seguridad de las personas es exclusiva del Concello. Y a la vista del estado del edificio, no podíamos hacer otra cosa más que precintarlo e instar a los propietarios a que lo apuntalen porque existe un riesgo muy serio que han certificado los técnicos.
