Ráfagas de hasta 80km/hora sacudirán los concellos de alta montaña
La entrada de un frente acompañado de aire del suroeste más cálido que el de los dos últimos días dará tregua a la nieve, aunque no sucederá lo mismo con los vientos y las lluvias. De hecho, todos los concellos de la provincia continúan hoy en alerta amarilla por viento con ráfagas de entre 70 y 80 kilómetros por hora, una situación que está prevista sea desactivada a última hora de hoy, según las predicciones de Meteogalicia.
La jornada de ayer estuvo marcada por fuertes vientos, especialmente en las zonas de alta montaña. Así, en Muíños y Manzaneda las estaciones meteorológicas registraron ráfagas máximas de 94 y 117 kilómetros por hora, respectivamente, superando el umbral del nivel de aviso amarillo. En zonas más bajas, el registro se movió en torno a los 50 kilómetros por hora. En la ciudad, la máxima ráfaga alcanzó los 16 kilómetros por hora.
El aire procedente del suroeste elevó ligeramente las temperaturas, pero continuaron siendo propias de la época del año. Las máximas alcanzaron los 13 grados en concellos como Arnoia, Castrelo de Miño y Ourense. Las mínimas se registraron en Manzaneda, llegando a los cuatro grados bajo cero. El resto de la provincia se movió entre los cero y los ocho grados.
Según informaron desde Meteogalicia, la jornada de mañana estará marcada por la influencia de las bajas presiones. De este modo, el cielo estará cubierto con precipitaciones generalizadas en toda la provincia hasta el mediodía, momento en el que está previsto desactivar la alerta amarilla. Con todo, se esperan precipitaciones todos los días bien avanzada la semana que viene, acompañadas de una subida de las temperaturas, sobre todo las mínimas, que previsiblemente alcanzarán los 16 grados el jueves. Lo mismo ocurrirá con las otras tres provincias gallegas, que esperan los efectos de las borrascas que se mueven por el Atlántico Norte.
Los ríos recuperan su caudal
La principal consecuencia de las abundantes lluvias es la crecida de los niveles de los ríos de la provincia. Así, el río Miño a su paso por la ciudad alcanzó ayer los 2,39 metros, aunque la máxima altura la alcanzó el martes, con 2,89 metros. La previsión es que el nivel siga subiendo por las precipitaciones y el deshielo. De hecho, las aguas discurrían a última hora de ayer muy cerca del nivel de las termas de A Chavasqueira. El Támega, a su paso por Rabal (Oímbra) registró 2,47 metros, lo que supone un nivel muy crecido del caudal.
