Un informe de la Xunta de Galicia señala que en el curso escolar 2008-09 -el más reciente del que se tienen datos contrastados- se presentaron expedientes disciplinarios equivalentes al 0,34 por ciento del alumnado, lo que implica que hay una media de tres de cada 1.000 alumnos y alumnas que han protagonizado alguno de estos expedientes.
Hay que destacar que, en los datos por provincias, en A Coruña se presentaron el 0,3 por ciento; en Lugo el 0,2; en Pontevedra el 0,3 y en Ourense se llegó al 0,4 por ciento, destacando como la provincia con un mayor número de expedientes presentados, aunque muy limitado pese al último caso detectado en Cea, cuando alumnos del colegio quemaron parte del recinto.
Los datos de este informe apuntan a que la conflictividad aumenta en los cursos intermedios correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y decrece tanto en los primeros años de la escolarización, correspondientes a la Educación Primaria, como en Bachillerato y Formación Profesional.
Plácido Blanco, orientador en el Instituto de Viana do Bolo y que ha escrito varios estudios sobre fracaso y violencia escolar, explica que 'la adolescencia de ahora, ese periodo de inseguridad en el que uno se está formando todavía como persona, ya no termina a los 18 años, suele prolongarse hasta más allá de los 30 en muchos casos'. Además, dice, los padres están en un momento en el que su mayor preocupación es el trabajo. Por otra parte, hay 'una escuela muy potente, que es la de la calle, y la influencia de las nuevas tecnologías y su gran volumen de información. Y por último está el sistema educativo. Sé que no sería políticamente correcto decirlo', pero, destaca, 'hay muchos profesores que padecen el 'síndrome del quemado', se dice que un cuarto del total, y otro cuarto padece estrés. Todos estos elementos contribuyen de alguna manera al aumento de ese número de jóvenes englobados también en la denominada generación ni-ni'.
Precisamente, señala que una de las vías para encontrar solución a la conflictividad dentro der las aulas es la incorporación de programas de mediación dentro de los centros educativos. Así, la provincia de Ourense cuenta en este momento con distintos centros con este tipo de programas, como el instituto Carlos Casares de Viana y el Chamoso Lamas de Carballiño. Por otro lado, casi todos los colegios disponen de un departamento propio de orientación, donde se deben explicitar medidas educativas y organizativas que fomenten la cultura de la convivencia.
Los datos de este informe apuntan a que la conflictividad aumenta en los cursos intermedios correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y decrece tanto en los primeros años de la escolarización, correspondientes a la Educación Primaria, como en Bachillerato y Formación Profesional.
Plácido Blanco, orientador en el Instituto de Viana do Bolo y que ha escrito varios estudios sobre fracaso y violencia escolar, explica que 'la adolescencia de ahora, ese periodo de inseguridad en el que uno se está formando todavía como persona, ya no termina a los 18 años, suele prolongarse hasta más allá de los 30 en muchos casos'. Además, dice, los padres están en un momento en el que su mayor preocupación es el trabajo. Por otra parte, hay 'una escuela muy potente, que es la de la calle, y la influencia de las nuevas tecnologías y su gran volumen de información. Y por último está el sistema educativo. Sé que no sería políticamente correcto decirlo', pero, destaca, 'hay muchos profesores que padecen el 'síndrome del quemado', se dice que un cuarto del total, y otro cuarto padece estrés. Todos estos elementos contribuyen de alguna manera al aumento de ese número de jóvenes englobados también en la denominada generación ni-ni'.
Precisamente, señala que una de las vías para encontrar solución a la conflictividad dentro der las aulas es la incorporación de programas de mediación dentro de los centros educativos. Así, la provincia de Ourense cuenta en este momento con distintos centros con este tipo de programas, como el instituto Carlos Casares de Viana y el Chamoso Lamas de Carballiño. Por otro lado, casi todos los colegios disponen de un departamento propio de orientación, donde se deben explicitar medidas educativas y organizativas que fomenten la cultura de la convivencia.
