La planta noble, un 20% de la superficie útil, acogerá un espacio polivalente y otro expositivo, con paneles desmontables

El proyecto del Banco de España reserva dos salas para el Concello

Edifico del Banco de España.
El proyecto de rehabilitación del edificio del Banco de España en la ciudad, ya ultimado, reserva para uso municipal una sala de exposiciones (397 metros cuadrados) y otra polivalente (50,75 metros) en la planta baja del inmueble (la noble), además de un almacén y aseos. El resto del inmueble se destinará, tal y como se recogía en el convenio firmado por la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio yel Concello, para la Gerencia del Catastro.
La reforma del edificio, que sale mañana a licitación con un presupuesto de 4.668.800 euros, está marcada por las normas impuestas desde la Comisión de Patrimonio de la Xunta, que ya desestimó la escalera planteada en el anteproyecto -de hecho, uno de sus condicionantes es precisamente la no alteración de este elemento-. De esta forma, el proyecto, elaborado por los arquitectos Alfredo Freixedo y Pedro Diéguez, desplaza esa escalera actual hacia el fondo, solucionando el acceso y suprimiendo las barreras arquitectónicas. En este acceso se suprimirán los tres peldaños y se dotará un ascensor para acceder al patio de operaciones. La entrada principal será el acceso representativo del espacio expositivo municipal mientras que al Catastro se accederá por la Rúa da Concordia, a través de una entrada de nueva factura por el patio trasero y 'mínima, para no competir con la masa pétrea principal'.

En realidad, el proyecto que se ejecutará contempla tres espacios. En la planta noble, el expositivo municipal, que mantendrá la configuración de la sala principal y el despacho del director, con la decoración actual recuperada. El documento plantea esta zona como una planta libre multifunción, con paneles desmontables y apilables que permitirán adaptar las salas a las necesidades puntuales. Otro de los espacios se reparte a lo largo de todo el edificio y contempla las áreas de trabajo. Así, la zona de atención al público del Catrasto se situará en la primera planta, donde habrá también 14 puestos de oficina y tres despachos individuales. En el segundo piso se distribuirán 20 puestos de oficina y cinco despachos individuales, además de áreas de apoyo y una sala de reuniones. La planta tercera albergará 19 puestos de oficina.

La Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa) adquirió en julio de 2004 la antigua sede del Banco de España para su rehabilitación y posterior conversión en central del Catastro.

Un informe contrario de Patrimonio sirvió al actual grupo de gobierno para no autorizar el inicio de las obras en tanto no se llegaba a un acuerdo para que el edificio tuviera un uso cultural -incluso se formó una plataforma ciudadana en este sentido-. Tras múltiples negociaciones, Segipsa y el Concello firmaban en febrero el convenio que establecía la cesión de la planta baja del inmueble para uso municipal durante 25 años, lo que permitió desbloquear la situación del inmueble.

Sin embargo, estos años de inactividad han dejado secuelas en el edificio. El propio proyecto recoge daños erosivos por falta de mantenimiento, como manchas de humedad, principalmente en el semisótano, la planta baja, la primera y el techo de la segunda, así como filtraciones puntuales a través del lucernario y la corrosión de pintura en vigas y elementos de unión. Asimismo, los técnicos detectaron también varias fisuras y deformaciones en el elementos estructurales y constructivos.

En todo caso, el proyecto fija la recuperación del inmueble, manteniendo las fachadas de piedra labrada, a las que se dará un acabado posterior de limpieza e imprimación anti grafiti en el zócalo interior de las fachadas que dan a la calle. Asimismo, se conservará parte de la decoración de la planta principal, con detalles de aplacados de mármol de distintos colores, eliminando los elementos que en la actualidad aportan un aspecto general 'kitsch', según los arquitectos, como los blindajes con lunas antibala o la apertura de trampillas para el paso del dinero, necesarios cuando el edificio era Banco de España. Se mantendrán, en cambio, cuestiones más relacionadas con el proyecto original, como los pavimentos con dibujos de parquet o las barandillas de las escaleras.

Otro de los elementos de interés que recuperará su esplendor, junto con la escalera, será el lucernario del interior, que se desmontará para mejorar su estado de conservación.

El proyecto contempla una cubierta sobre esa vidriera, constituida por un conjunto de pletinas metálicas dispuestas ortogonalmente entre sí. Además, para el patio se prevé una cubierta superior laminar formada por una malla de perfiles tubulares.

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