El plan ideado por el Concello de Ourense para construir un aparcamiento subterráneo en As Lagoas, barrio con déficit de espacios para dejar el vehículo, quema etapas. Según confirman fuentes de la junta de compensación del polígono comprendido entre la iglesia de La Asunción y la avenida Otero Pedrayo, que firmó un convenio con el Concello para posibilitar este equipamiento, no se han presentado alegaciones al acuerdo durante el período de exposición pública, lo que allana el terreno para aprobar definitivamente el texto en junta de gobierno, algo que podría producirse a lo largo del mes de septiembre.
Mientras tanto, tal y como se contempla en el acuerdo entre administración y promotores de este ámbito, se está avanzando en la redacción del proyecto del parking, cuya dimensión se estima en unas 450 plazas repartidas en dos sótanos, según confirman fuentes de la junta de compensación. La colaboración entre ambas partes se asienta en la confluencia de intereses en la zona, dado que allí está prevista la urbanización de toda la parcela y la construcción de edificios de viviendas, con sus correspondientes garajes para los que obtuvieron el plácet municipal para utilizar el subsuelo público para los accesos.
De esta forma, el Concello busca aprovechar esa actuación para incluir el estacionamiento bajo tierra para la ciudadanía en general, por lo que la junta de compensación asumiría la construcción de las entradas y salidas, que serían comunes para ambas infraestructuras y evitarían así tener que actuar sobre la zona en dos ocasiones distintas.
Una vez realizados los accesos, el Concello ya tendría vía libre para acometer el futuro parking, algo que podría realizar con sus propios medios de manera directa o recurriendo a una concesión tras la correspondiente licitación pública, que incluiría la construcción y explotación del mismo.
Actuaciones previstas
Más allá del estacionamiento, el avance en la tramitación administrativa es clave para poder transformar un espacio inútil en estos momentos y que solo ha completado la urbanización en el entorno de la residencia universitaria. Desde la junta de compensación confían en que si se resuelve en las próximas semanas la aprobación del convenio, la urbanización y la edificación de los terrenos pueda arrancar a finales del presente año, dado que ya hay otorgada una licencia desde hace años, aunque distintos recursos judiciales por la utilización del subsuelo para los accesos a los garajes han dilatado las obras.
En la junta de compensación se respira ahora, sin embargo, optimismo tras el último aval de la Justicia a sus pretensiones de ampliar las entradas y salidas para ganar medio centenar de plazas de garaje a mayores. El objetivo es acometer una actuación que prevé una gran zona ajardinada, un espacio para eventos de ocio o un parque infantil. La futura plaza tendría una superficie de 5.400 metros cuadrados.
Además del uso residencial en la zona, no es descartable tampoco que se reserve espacio para las administraciones, dado el interés mostrado por Concello y otros organismos como la Confederación Hidrográfica Miño-Sil de trasladar allí los servicios. El proyecto de compensación reserva también al Concello la propiedad de tres de los solares del polígono, que se destinarían a viviendas protegidas u otros usos de interés social.
