A las puertas de las casas bica, licor de hierbas y galletas. La de ayer fue una mañana especial en muchos hogares del rural de Maceda: se esperaba la visita de los más “trastes” del Entroido ourensano, los felos, y su recibimiento fue a lo grande. Bromas y risas, pero, sobre todo, emoción y abrazos. Y es que la posibilidad de revivir la tradición “entroideira” después de casi dos años motivaba este sábado la salida del grupo de Os felos das 12 parroquias. “Estamos de estrea coma quen di. Despois de todo o que pasamos esto é o mellor que se pode atopar: a xente. Hai pouca nos pueblos, pero é a mellor”, aseguraba un emocionado José María Parente, que lleva más de 40 años vistiendo el traje. “Había unas ganas locas de ponerse el traje. El felo es muy traste, ¡Hace lo que quiere! ”, añadía otro de los felos, Jose Cid.
Desde Castro hasta Pías, pasando por Santirso o Xinzo da Costa y hasta llegar a Maceda, los felos animaron a todos los vecinos y vecinas que les esperaban ansiosos y dispuestos a compartir sus bromas. “Eu sinto alegría, sobre todo, pola xente. Están agardándonos como auga de maio. Hai xente que incluso pelexa por invitarnos”, apuntaba entre risas José María.
A sus 96 años, Aurora Peña era la primera en ponerse en la puerta de su casa al paso de los felos: “Gústame velos. Eu que sei… É aquelo de antes! Se cadra antes andaban un ou dous, pero agora son moitos. Esto parece que che alegra!
Más allá de Maceda, el sureste ourensano ya está inmerso en el Entroido. Con el inicio de febrero, las chocas, los bombos, los disfraces y la música comienzan a ser los protagonistas. Así lo mostraron en la noche del viernes los vecinos de Laza, quienes dieron el pistoletazo de salida a la celebración más esperada año tras año.
Aunque la comisión del Entroido suspendió la organización de los foliones, los vecinos salieron a la calle para cumplir con la tradición y celebrar el primer folión del 2022.
Sin salir de Laza, en Matamá las madamas recorrieron el pueblo. Son las integrantes de la Asociación de Mujeres Rurales de Matamá las que trabajan por conservar la tradición. Las madamas existían antiguamente y, tras unos años sin salir, vuelve a ser habitual verlas al pasar la noche de Reyes por las calles anunciando que se acerca el Entroido. En la noche del vierne salieron acompañadas del sonido de las “chocas de Paco”.
También el pueblo de Albarellos (Monterrei) celebró ayer su tercer encuentro de Entroido. Los vecinos del núcleo principal del concello de Monterrei tienen marcada en el calendario esta cita. Con salida desde la plaza de la localidad, los entroideiros recorrieron las calles de Albarellos con sus chocas acompañados de los bombos del “Trebón do Mildeu”, disfrutando de pinchos elaborados por los bares de la zona para recuperar fuerzas.
El Entroido regresará hoy con una de sus citas más especiales, sobre todo, para los limianos, que ayer cumplieron con la cuenta atrás de la fiesta: el “Fareleiro”.
