Las restricciones hacen temblar la ya frágil economía ourensana

El tejido empresarial de la provincia mira con preocupación e incerteza el futuro más cercano, marcado por las nuevas restricciones que desde hoy afectan a 54 de los 92 municipios ourensanos. El sector económico, todavía tocado tras la primera ola de la pandemia, hace frente a un nuevo escenario similar al de hace meses. "Es muy fácil destruir una empresa, pero es muy difícil ponerla en marcha", recuerda José Antonio Rodríguez, presidente del Polígono de San Cibrao das Viñas. Las pérdidas se acumulan en los diversos sectores, que temen un "inverno muy largo" y reclaman colaboración a las instituciones para paliar las consecuencias de las nuevas restricciones. "Hemos encontrado en los ERTE una herramienta muy necesaria, de alguna forma suple la caída de los pedidos" explica Rodríguez, que también resalta la importancia de las líneas de financiación para las empresas. Marisol Nóvoa, presidenta de la Confederación Empresarial de Ourense (CEO), espera la mejora de la situación sanitaria para"no volver al extremo del confinamiento": "Sería fatal para el empresariado de la provincia". “MAZAZO" EN LA HOSTELERÍA La hostelería es uno de los sectores más afectados por las medidas restrictivas, especialmente en Barbadás y Ourense (en nivel 3 de alerta), donde desde hoy ya solo se puede atender a los clientes en las terrazas. El sector, convocado por Véxote nos Viños y Asociación de Hostalaría e Restauración Ourensá (Ahrou), se concentra a las 11,00 horas de hoy en la Praza Maior para reclamar ayudas ante las sucesivas limitaciones a su actividad. "Creemos que las atroces restricciones que nos ponen no son justas ni eficaces", señalan desde Ahrou. El colectivo recuerda que el cierre de sus negocios también afecta a otras empresas de forma indirecta. En la ciudad, cada vez son más los hosteleros que deciden bajar la persiana de sus locales, tanto de forma temporal como definitiva. "Eu pecho mañá (por hoy) e non sei se poderei volver a abrir de novo", asegura Antonio Durán, del bar Cruceiro, frente a As Burgas. Durán reconoce que la situación es "insostenible": "Onte (por el martes) fixen 30 euros de caixa, que fago con iso? A metade do diñeiro xa case é para pagar a mercancía e hai que engadir o gasto de luz, auga, aluguer...". La suya es una situación similar a la del resto de afectados, que se sienten "continuamente señalados" por las administraciones desde el inicio de la pandemia. "Nos estamos viendo muy perjudicados", explican desde la cafetería Acceso Centro, donde ayer colgaron un cartel reivindicativo que reza "Se vende. Razón: Xunta de Galicia", al igual que más de una veintena de negocios de la ciudad. El colectivo mira con preocupación la evolución de la situación sanitaria y teme cierres masivos. "Se nos dixeran canto tempo imos estar pechados... Pero así o que consegues é xuntar débedas", comenta Antonio Durán. COMERCIO El pequeño comercio también afronta desde hoy la reducción de los aforos, después de meses difíciles, en los que la falta de turistas o el reducido efecto rebajas ayudaron a impulsar las ventas. "La irresponsabilidad de unos pocos la pagamos todos, por encima de la pandemia sanitaria está la económica y vamos a tardar mucho en recuperar", señala Beatriz Gómez, presidenta de la Federación de Comercio de Ourense. El sector aprecia el miedo de los clientes desde hace días, y prevé una campaña "muy dura". "Las restricciones llegan en plena campaña de otoño-invierno, por lo que estamos muy preocupados", apunta Gómez, que defiende la implicación del colectivo en respetar la normativa sanitaria desde el inicio de la desescalada. "Parece que nunca vamos a estar como antes... se ve mucha tristeza en las calles de la ciudad", añade. “O CONCELLO NON AXUDA" Después de conocerse la decisión de Sanidade de restringir la movilidad en Ourense y Barbadás, el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, se congratulaba en sus redes sociales de que "sus presagios eran correctos, aunque la Xunta los contradijo". Mientras, los hosteleros llevan días esperando una reunión en la que abordar la situación del sector. Otros, como Antonio Durán, esperan todavía el permiso de ampliación de terraza: "Pedin ter catro, pero non se me contestou dende 2018, aínda que volvín a pedilo varias veces máis. Non axudan". El regidor de Barbadás, Xosé Carlos Valcárcel, por su parte, pide colaboración por parte de la administración autonómica para hacer frente a las consecuencias en la economía, en la misma línea que la diputada del BNG en el Parlamento Galego Noa Presas, que pide "axudas directas para poder saír adiante". "Non podemos ter peches de empresas ou despedimentos, a situación da provincia xa é delicada", apunta Presas.