La Guardia Civil sospecha que los ladrones les vigilan y solamente roban cuando retiran los controles

Los robos obligan a las zonas industriales ourensanas a buscar seguridad privada

Las naves industriales de los distintos polígonos de la provincia parecen ser un objetivo fácil para los ladrones, que en lo que va de año asaltaron a 68 empresas, buena parte de ellas en San Cibrao, Pereiro de Aguiar, Barreiros. A estos robos hay que sumarles otros cuatro, en los que los ladrones sustrajeron vehículos cargados de mercancía cuando estaban aparcados en la calle. La empresarios intentar frenar los robos contratando vigilancia privada. Mientras, la Guardia Civil sospecha que los ladrones vigilan a las patrullas.
Las cámaras de seguridad, las alarmas, los sensores de detectar movimientos y las puertas blindadas con sofisticadas cerraduras ya no son suficientes para frenar a los ladrones, al menos en las naves empresariales asentadas en los diferentes polígonos, sobre todo en los del entorno de la ciudad, que ya acumulan 68 robos en lo que va de año.

Los ladrones tienen bien estudiado su oficio y conocen perfectamente los movimientos de los empresarios y, a día de hoy, ningún parque industrial de la provincia se salva de la oleada de robos, que según los datos que maneja la Guardia Civil, aumentó a consecuencia de la crisis económica. En el de Pazos (Verín) incluso fueron asaltadas a mediados del pasado mes de agosto las instalaciones de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). ‘Fueron más los destrozos que causaron que lo que se llevaron’, explicó un trabajador.

Los últimos robos se registraron el pasado 28 de octubre en el polígono de Pereiro de Aguiar. Los ladrones asaltaron de madrugada cinco empresas, de las que se llevaron cantidades que van desde los 200 a los 3.000 euros.

Curiosamente, los cinco asaltos se produjeron 24 horas después de que los empresarios se reunieran con los mandos de la Guardia Civil, con el objetivo de intensificar la vigilancia para frenar los robos. ‘Acordamos incrementar los controles. Esa noche se montó un dispositivo pero los ladrones nos debían estar vigilando y asaltaron las empresas cuando levantamos el control’, afirmaron en la Comandancia.

El presidente de los empresarios del parque de Pereiro, Ernesto Rodríguez, considera que la única solución para frenar los robos es contratar un servicio de vigilancia privado, iniciativa que de momento no puede llevar a cabo ‘porque el parque todavía no está finalizado, muchas empresas no comenzaron a funcionar’, señaló.

Sin embargo, los polígonos de San Cibrao y Barreiros ya pusieron en marcha el servicio, que costean todas las empresas.

‘Saben como actuar, son profesionales’

Los ladrones entran en las empresas buscando la caja fuerte para llevarse el dinero, pero, de no encontrarla, se apoderan de material informático, cheques, herramientas y objetos de valor. La totalidad de las empresas disponen de sistemas de alarma e incluso cámaras de seguridad, que en el caso de polígono industrial de San Cibrao también están instaladas en las distintas calles. Pero los ladrones, según los datos que maneja la Guardia Civil, eluden todos estos controles cubriéndose el rostro con capuchas y pasamontañas, con inhibidores de frecuencia y cortando el fluido eléctrico y telefónico. ‘Saben muy bien cómo actuar, son profesionales y si no llegamos a contratar la seguridad privada no seríamos capaces de acabar con los asaltos’, afirmó el presidente de los empresarios del polígono de Barreiros, Alejandro Cruz, recalcando que este espacio industrial está muy cerca de una carretera nacional y totalmente rodeado de monte, lo que dificulta detener a los ladrones. ‘El servicio de vigilancia lo pagan todas las empresas. Hay muchos empresarios que no están asociados y sin embargo se acogieron a la medida’, añadió. La vigilancia comienza nada más parar la actividad industrial y se prolonga hasta las ocho de la mañana. Varios guardias de seguridad recorren constantemente el espacio industrial.

El 80% de las empresas robadas ya sufrieron otro asalto

El 80% de las 68 empresas asaltadas este año ya sufrieron otro robo en años anteriores. De los datos que maneja la Guardia Civil también se desprende que los ladrones suelen estudiar las características de la nave y, de encontrarse con mucha luz en los accesos, hacen un ‘butrón’ en la pared o arrancan las chapas del tejado. Aurelio Gómez es gerente de un empresa de sistemas eléctricos en San Cibrao y ya sufrió dos robos. ‘Te sientes impotente, porque no sabes qué hacer’, afirma, recalcando que son más los daños que ocasionan que el botín sustraído. ‘Nadie suele dejar mucho dinero en una empresa, pero para encontrarlo destrozan papeles y rompen mobiliario. No les importa que al día siguiente tengas que parar la producción’, explica.



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