Ourense es la provincia gallega donde más parejas se divorcian de común acuerdo, un 63%

Las rupturas matrimoniales aumentan un 12% en este año

Las rupturas matrimoniales en la provincia aumentaron un 12% en el último año. De este modo, si durante el primer trimestre de 2011 rompieron su relación un total de 198 ourensanos, en los tres primeros meses de este ejercicio lo hicieron 225, en contra de la tendencia a nivel estatal, que refleja un descenso de divorcios causados, en buena medida, por las dificultades económicas que atraviesan las familias españolas en estos momentos.
Lo mismo ha ocurrido en el conjunto gallego, donde el crecimiento ha sido de casi un 4% tal y como ponen de manifiesto los datos del Consejo General del Poder Judicial y ha alcanzado los 7.360 casos entre enero y marzo de este año. De hecho, en Galicia tan sólo A Coruña ha visto descender, un 11,9%, el número de matrimonios que optan por romper este vínculo.

El presidente de la Asociación Galega de Pais e Nais Separados, Antonio Díaz, asegura que los números de un solo año 'non crean unha tendencia', si bien es cierto que la cifra ha ido en aumento desde 2010, aunque asegura que 'débese poñer en paralelo o dato de que cada vez casan menos parellas' y, por lo tanto, 'cada vez irase reducindo máis a cifra de divorcios'.


RUPTURAS CONFLICTIVAS

Lo que sí parece estar claro es que 'as rupturas conflictivas son máis abondosas que no resto de España', explica Antonio Díaz, un hecho que tan sólo se entiende, entre bromas, 'polo noso carácter'. En cualquier caso, las cifras hablan por sí solas. Si en España el índice de divorcios no consensuados fue del 38,7% a comienzos de este año, en Galicia alcanzó el 42,4%, aunque Ourense se mantuvo bajo la media estatal con tan sólo 37 de cada centenar de casos, perfilándose como la conflictividad más baja de Galicia. Echando la vista hacia atrás, el pico máximo gallego fue en el año 2010, cuando las rupturas en las que una de las partes estaba en desacuerdo supuso más del 52% de los divorcios registrados. Fue en el mismo año cuando el conjunto español rozó sus mínimos con el 30%. Hace dos años, la provincia también aumentó este dato (43,2%).

Es en ese punto donde interviene la ourensana Asociación Pro Mediación de Galicia (Apromega), tratando de aliviar los conflictos entre parejas. Mario García es uno de sus trabajadores y asegura que hasta sus oficinas han llegado casos de personas que desean separarse pero no lo hacen por motivos económicos. Se ven, por lo tanto, abocados a convivir. Antonio Díaz, desde su experiencia, no lo tiene tan claro porque eso significaría 'ver o matrimonio coma unha empresa' y, aunque los detonantes de la ruptura puedan parecer económicos 'no fondo é unha cuestión de sentimentos', defiende.

Según Mario García, la mecha suele encenderse a raíz de 'la evolución personal de cada uno y de sus distintos intereses'. En lo referente a las edades que más requieren los servicios de mediación, Apromega atiende, sobre todo, a matrimonios de entre 30 y 40 años con hijos. El índice de éxito es alto y, por sus dependencias han pasado 'tanto parejas que tenían un problema de comunicación y acaban separándose como otras que tienen el divorcio claro y al final no lo hacen'.

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