El rural del concello de Ourense se harta: “Non interesamos”

Los representantes vecinales de Miño pidieron públicamente a los partidos que no pacten con el actual alcalde Gonzalo Pérez Jácome

La junta de gobierno de la Agrupación de Miño, que engloba a una veintena de asociaciones de vecinos del rural y la periferia del concello de Ourense, calificó como “moi grave” la expulsión de su presidenta, Lorinda Fernández, del pasado pleno municipal por criticar la “chapuza” en las obras de Rabo de Galo. Mostraron el “apoio absoluto” a su presidenta y acusan al alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, de “olvidarse” de la periferia y no haber hecho obras este mandato fuera del casco urbano que no estuvieran ya contempladas en otros mandatos. 

La presidenta de Miño y líder vecinal de Rabo de Galo y el vicepresidente de Miño y líder vecinal de As Curuxeiras, José Manuel García Casares, atribuyeron a la “debilidade” de Jácome la expulsión de la pasada sesión plenaria. También criticaron la “inquina” del regidor con las asociaciones vecinales y le afearon que “dos 120 millóns que dixo gastar, investiu todo no centro da cidade”, olvidando a la periferia y el rural. “Non lle interesamos. Ten a desfachatez de presentarse como salvador cando non dialoga cos veciños. Só veu a Rabo de Galo cando estaba na oposición a ver un concerto dun dos seus compañeiros”, relató Fernández. “As únicas obras que se están facendo no rural son do antigo plan de obras e o plan +Rural, ningunha é deste goberno”, añadió Casares. “Da Ponte Vella para alá, non existimos”, concluyó otra de las representantes vecinales. 

Los representantes vecinales de Miño pidieron públicamente a los partidos que no pacten con el actual regidor. “Esperamos que non sexa chave e ningúen pacte con el. Iso nos prometeron os candidatos de PP e PSOE”, dijo Casares, que considera que la relación del regidor con los representantes vecinales ha llegado “ao límite”.

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