Sanidade controla la evolución de las algas tóxicas en Cachamuíña

La Consellería de Sanidade confirmó ayer que actualmente en la provincia no se está captando agua de ningún embalse con riesgo de afloramiento de cianobacterias. Por esto mismo, lanzó un mensaje de tranquilidad a los vecinos de la ciudad ya que, aunque en Cachamuíña sí se detectaron, no se destinará ese agua para el consumo humano hasta que desaparezcan.
En estos mismo términos se expresó Aquagest, matizando que seguirán abasteciendo la ciudad tomando agua del Miño en vez de Cachamuíña 'hasta que las condiciones meteorológicas lo hagan viable por cantidad y calidad el uso de las aguas del embalse'. Ahora bien, Sanidade recalcó que el gestor del abastecimiento, en este caso Aquagest, debe incluir medidas correctoras .
La alarma por la presencia de cianobacterias en embalses resulta preocupante porque algunas producen toxinas y pueden envenenar a las personas y animales que consuman su agua, si antes no se realiza el tratamiento adecuado, tal como reconocían ayer desde Aquagest.
Existe una gran variedad de cianobacterias, parte de las cuales producen toxinas específicas y otras un espectro amplio de tóxicos. El fenómeno se hace importante, tal como precisa la empresa encargada del abastecimiento, 'sólo cuando hay una floración -una explosión demográfica-', lo que ocurre a veces en los embalses si las condiciones de temperatura son favorables y abundan los nutrientes, sobre todo el fósforo: eutrofización de las aguas.
En alguna ocasión, el embalse de Cachamuiña -reconoce- también tiene alerta de geosmina, una sustancia química producida por la bacteria Streptomyces coelicolor, algunas cianobacterias que se encuentran en el suelo, perceptibles típicamente cuando llueve y la tierra se humedece. Desprende olor a 'tierra mojada'.

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