El concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, alega que la críticas del PP sobre el futuro servicio de limpieza de la ciudad son mentira y parten de un error de base al distribuir la ciudad por zonas: centro, barrios y periferia. La frecuencia de limpieza no la marcarán las zonas, sino las necesidades de cada calle, explica el concejal.
El futuro servicio de limpieza en Ourense, sin ser una realidad, ya se ha convertido en un foco de desencuentro entre el grupo de gobierno y la oposición. El concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, salió ayer al paso de las críticas lanzadas por el PP en las que alertaba de que el nuevo servicio dará peor cobertura a la ciudad y muy especialmente a los barrios y el rural, lo que ampararon en una comparativa entre la oferta de limpieza y recogida de basura que aparecía en el pliego preliminar y las que ofrece ahora el actual borrador (redactado tras las alegaciones y los encuentros sectoriales).
Las críticas, según Espinosa, están desvirtuadas en tanto que el PP parte de una base errónea, tal vez, porque ni se ha leído el pliego, alega. ¿Quién les ha dicho que el nivel I es el centro, el II los barrios, el III el rural y el IV suelo industrial? En el pliego no aparece nada de eso. A este respecto, puntualiza que los niveles hacen referencia a las frecuencias con las que operará el servicio y que éstas no se fijan por dónde están, sino por lo que representan en la ciudad. El nivel de limpieza se hará en función de las necesidades de cada punto de la ciudad, explica. Para ello, el Concello hará un estudio en el que trabajarán la Concejalía de Medio Ambiente y la de Urbanismo y se valorarán aportaciones externas, como las de las empresas. Así las cosas, explica Espinosa, lo que fijará la frecuencia de limpieza en cada calle serán cuestiones como si trata de una zona de servicios, una zona comercial, turística o con valor etnográfico, pudiendo haber zonas en el mismo barrio o periferia con distintos niveles. Una vez catalogadas, quedarán recogidas en el anexo que acompañará al borrador, previsiblemente el actual pues, según el concejal, casi seguro que será el definitivo.
Con la salvedad de que los niveles no corresponden a la distribución por zonas de la ciudad, los datos comparativos que ofrecía el PP entre el pliego original y el borrador que existe hoy en día sí que son ciertos y así lo reconoce el propio edil de Medio Ambiente. Espinosa justifica el descenso en la frecuencia del vaciado de contenedores en que cuando se hizo el pliego inicial aún no se habían establecido los recipientes del servicio, pero que ahora cuentan ya con establecer en algunos puntos contenedores de grandes dimensiones con mucha más capacidad que los actuales, por lo que se vaciarán con menos frecuen cia de la prevista ya que tardarán más en llenarse. Y más de lo mismo sobre los índices de barrido y baldeo. Inicialmente no estaba claro cómo iban a fijarse los niveles. Ahora, como ya van a establecerse en función de las necesidades de cada calle los hemos adecuado a la realidad, explica. El borrador cuenta con el visto bueno de la federación vecinal Limiar. Según afirmaba ayer su vicepresidente, Remigio González, está mucho mejor porque contempla más servicios y amplía la frecuencia del barrido y la recogida.
Las críticas, según Espinosa, están desvirtuadas en tanto que el PP parte de una base errónea, tal vez, porque ni se ha leído el pliego, alega. ¿Quién les ha dicho que el nivel I es el centro, el II los barrios, el III el rural y el IV suelo industrial? En el pliego no aparece nada de eso. A este respecto, puntualiza que los niveles hacen referencia a las frecuencias con las que operará el servicio y que éstas no se fijan por dónde están, sino por lo que representan en la ciudad. El nivel de limpieza se hará en función de las necesidades de cada punto de la ciudad, explica. Para ello, el Concello hará un estudio en el que trabajarán la Concejalía de Medio Ambiente y la de Urbanismo y se valorarán aportaciones externas, como las de las empresas. Así las cosas, explica Espinosa, lo que fijará la frecuencia de limpieza en cada calle serán cuestiones como si trata de una zona de servicios, una zona comercial, turística o con valor etnográfico, pudiendo haber zonas en el mismo barrio o periferia con distintos niveles. Una vez catalogadas, quedarán recogidas en el anexo que acompañará al borrador, previsiblemente el actual pues, según el concejal, casi seguro que será el definitivo.
Con la salvedad de que los niveles no corresponden a la distribución por zonas de la ciudad, los datos comparativos que ofrecía el PP entre el pliego original y el borrador que existe hoy en día sí que son ciertos y así lo reconoce el propio edil de Medio Ambiente. Espinosa justifica el descenso en la frecuencia del vaciado de contenedores en que cuando se hizo el pliego inicial aún no se habían establecido los recipientes del servicio, pero que ahora cuentan ya con establecer en algunos puntos contenedores de grandes dimensiones con mucha más capacidad que los actuales, por lo que se vaciarán con menos frecuen cia de la prevista ya que tardarán más en llenarse. Y más de lo mismo sobre los índices de barrido y baldeo. Inicialmente no estaba claro cómo iban a fijarse los niveles. Ahora, como ya van a establecerse en función de las necesidades de cada calle los hemos adecuado a la realidad, explica. El borrador cuenta con el visto bueno de la federación vecinal Limiar. Según afirmaba ayer su vicepresidente, Remigio González, está mucho mejor porque contempla más servicios y amplía la frecuencia del barrido y la recogida.
