El acusado, José Martínez Campos, se enfrenta a una petición de hasta seis años de cárcel por encañonar a un amigo

El sospechoso de matar a sus padres en Taboadela, a juicio por coacciones

Martínez Campos, en el centro, a su salida ayer del Juzgado Penal uno. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El Juzgado de lo Penal número 1 de Ourense suspendió ayer la vista oral en la que debía ser enjuiciado José Miguel Martínez Campos, el hombre detenido dos veces y excarcelado otras tantas por falta de pruebas por la muerte de sus padres en Taboadela, aunque por una causa distinta esta vez, por maniatar y encañonar a un amigo que intentó disuadirlo del suicidio en abril del año 2009.
Este órgano judicial decidió aplazar para el 15 de octubre el juicio después de que su representación letrada estimase que se podría vulnerar el derecho de defensa de Martínez Campos al no hallarse físicamente en la sala 'las piezas de convicción' -una pistola y distinta munición- y después de que el fiscal estimase oportuno tal requerimiento. Según se puso ayer de relieve en la sala, tales pruebas se hallaban custodiadas y en poder de la Guardia Civil y no en las dependencias judiciales -no fueron, al parecer, requeridas oportunamente-, por lo que, al amparo de las disposiciones vigentes, se acordó finalmente aplazar la vista oral, pese a que estaban presentes todos los testigos de la causa.

Los hechos por los que deberá personarse nuevamente José Miguel Martínez Campos ante la autoridad judicial en octubre sucedieron en la vivienda de la víctima, D.S.N. Fue allí donde, siempre según la versión del fiscal, se presentó el encausado portando una pistola con una bala en la recámara (y cuatro cartuchos en el cargador), pese a que Martínez Campos carecía de la licencia para tenencia y porte de armas.

El procesado habría manifestado al que resultó ser la víctima del incidente que pretendía quitarse la vida con la pistola. Tras insistir D.S.N. para que no materializase el plan, y, ante la amenaza que que iba a llevarlo a término, la víctima intentó convencer a Martínez Campos para que abandonase su casa. No obstante, antes de irse, propuso a D.S.N. que se dejase amordazar, con el pretexto de asegurarse así de que no intentaría evitar el suceso. Cuando le intentó atar las manos, la víctima se negó, pero lo encañonó y le puso una bolsa en la cabeza.

El fiscal solicita tres años de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas y otros dos por otro de amenazas (tres, alternativamente, por coacciones).

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