La reestructuración del Servicio de Urbanismo del Concello, que ha emprendido la concejala responsable, Áurea Soto, supone, entre otras cuestiones, el cese de la hasta ahora jefa del departamento de licencias y disciplina urbanística, Ana María Díez. Ella estudia impugnar el cese mientras la concejala esgrime su derecho a reordenar su área de gestión.
Una funcionaria del Servicio de Urbanismo, Ana María Díez, ha sido cesada por la concejala de ese departamento Áurea Soto, dentro de un amplio plan de reestructuración -justifica la edil- de esta área de gestión municipal, que pretende, asegura, evitar que se produzcan situaciones problemáticas heredadas. Soto, que ha reconocido el cese de Díez, no ha querido, sin embargo, precisar la razón última de esta decisión (no valoraré nada de eso), que podría ser impugnada por la funcionaria.
Y es que la familia de Ana María Díez (esposa, por cierto, de Antonio Troitiño, ex concejal y antiguo portavoz socialista) cree que la forma y el hecho por el que ha sido cesada no fueron los correctos. Según las explicaciones aportadas, el problema con la concejala se produjo cuando declinó informar desfavorablemente una licencia de obra en la calle Quintián, en O Vinteún, en contra de los criterios de Áurea Soto. Asegura que tanto el jefe del servicio, como el arquitecto coincidían con ella en que el permiso debía ser concedido.
Providencias
Posteriormente, relata, la edil la instó de nuevo a emitir un informe desfavorable y llegó a remitirle dos providencias, la segunda con un cuestionario al que debía contestar sí o no a diversas preguntas relacionadas con la licencia de esa obra. Ella emitió un informe al respecto y, poco después, siempre según su versión, conoció que la concejala había dado orden a una técnica de que no se le pasasen más proyectos a Ana María Díez. La funcionaria recogía estos días su despacho, que va a ser ocupado por un técnico interino procedente de Vigo, que llega en comisión de servicios. Ella lo considera un castigo pero, sobre todo, critica la forma en que fue tratada por la edil tan sólo porque su criterio difería del que mantenía la concejala.
Y es que la familia de Ana María Díez (esposa, por cierto, de Antonio Troitiño, ex concejal y antiguo portavoz socialista) cree que la forma y el hecho por el que ha sido cesada no fueron los correctos. Según las explicaciones aportadas, el problema con la concejala se produjo cuando declinó informar desfavorablemente una licencia de obra en la calle Quintián, en O Vinteún, en contra de los criterios de Áurea Soto. Asegura que tanto el jefe del servicio, como el arquitecto coincidían con ella en que el permiso debía ser concedido.
Providencias
Posteriormente, relata, la edil la instó de nuevo a emitir un informe desfavorable y llegó a remitirle dos providencias, la segunda con un cuestionario al que debía contestar sí o no a diversas preguntas relacionadas con la licencia de esa obra. Ella emitió un informe al respecto y, poco después, siempre según su versión, conoció que la concejala había dado orden a una técnica de que no se le pasasen más proyectos a Ana María Díez. La funcionaria recogía estos días su despacho, que va a ser ocupado por un técnico interino procedente de Vigo, que llega en comisión de servicios. Ella lo considera un castigo pero, sobre todo, critica la forma en que fue tratada por la edil tan sólo porque su criterio difería del que mantenía la concejala.
