Roberto Castro subrayó este martes que "no se ha dejado de trabajar" sobre las dos muertes
El subdelegado del Gobierno en Ourense, Roberto Castro, ha subrayado este martes que "no se ha dejado de trabajar" sobre la muerte de la vecina de Ourense Socorro Pérez y del cura de Vilanova dos Infantes, en el municipio de Celanova.
"No se ha dejado de trabajar en todos estos meses", ha resaltado, en declaraciones a Europa Press, en relación a los casos de las muertes del párroco de Vilanova dos Infantes, Adolfo Enríquez, y de Socorro Pérez, la vecina de Ourense que fue vista con vida por última vez el 2 de mayo y cuyo cuerpo apareció a principios de junio en un monte de las afueras de la ciudad con el cráneo aplastado por una piedra.
Roberto Castro ha subrayado que "todos los medios" de los que disponen Ourense "se han puesto y están al servicio de la investigación, pero ambos asuntos siguen bajo el secreto de sumario".
En este sentido, el subdelegado del Gobierno ha apuntado la imposibilidad de referirse a ningún aspecto concreto de las pesquisas "porque sería interferir en la propia investigación y, por otra parte, correr el riesgo de poder alterar las propias investigaciones".
"PACIENCIA"
Castro ha insistido en que dichas investigaciones "continúan abiertas y se sigue trabajando en ellas", pero ha pedido a la ciudadanía "tener paciencia porque hay cosas que se resuelven, incluso, al cabo de años".
También el subdelegado del Gobierno en Ourense admitió el impacto y la preocupación que produjeron ambos casos entre la ciudadanía y el dolor en los familiares de las víctimas, máxime porque, dijo, "se produjeron en un corto espacio de tiempo en una provincia que, por fortuna, no está acostumbrada a estas cosas".
Pero añadió que "la ciudadanía tiene que tener la completa seguridad de que se sigue trabajando en ambos asuntos y de que no se ha dejado de trabajar en ellos".
Además, ha reiterado que, a pesar de estos dos hechos que se produjeron en el tiempo con una diferencia de menos de dos meses, "Ourense sigue siendo una provincia segura". Como máximo responsable de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, ha abundado que, "en este sentido, todo depende de las indagaciones judiciales". "Y en ello y a su servicio estamos, todos los medios que nos son posibles están a disposición de dicha investigación", ha apostillado.
HECHOS
Adolfo Enríquez Méndez, de 77 años y párroco de Vilanova dos Infantes en Celanova, fue hallado muerto el 11 de marzo pasado en un pajar de la Rectoral en la que residía el sacerdote. Su cuerpo estaba tendido en el suelo boca abajo y con la cara magullada producto de varios golpes. De la Casa Rectoral desapareció también la pequeña imagen de la Virgen del Cristal que el sacerdote custodiaba en la vivienda.
Mientras, a Socorro Pérez la última vez que se la vio con vida fue el sábado 2 de mayo, cuando salió de su domicilio para caminar por las riberas del Río Miño.
Un mes después, el cuerpo sin vida de Socorro Pérez fue hallado entre la maleza en la zona del Seminario de Ourense, semidesnudo, bastante deteriorado y con el cráneo aplastado por una piedra.
