La llegada de los bomberos y efectivos de emergencia para un simulacro generó alarma y expectación

Trece minutos para evacuar la Subdelegación

Los bomberos, subidos en una escalera, atacan el falso fuego por el tejado. (Foto: Miguel Ángel)
Un simulacro de incendio en la Subdelegación del Gobierno generó alarma y expectación entre los viandantes. El falso fuego comenzó a las 12.30 y la Policía Local cortó el tráfico en las calles adyacentes al edificio, lo que generó retenciones.
Los bomberos tardarían dos minutos en desplazarse desde su parque, situado en el Campo da Feira, a la Subdelegación del Gobierno en caso de declararse un incendio en el interior del edificio. La Policía Local llegaría en un minuto y las ambulancias, para auxiliar a los heridos por quemaduras, menos de dos, según el jefe de Protección Civil de la Subdelegación, Antonio Saco.

El edificio aún no registró ningún fuego, pero ayer Antonio Saco declaró uno falso para realizar un simulacro y cronometrar el tiempo que tardarían los efectivos de extinción y el que llevaría evacuar a los 100 trabajadores y funcionarios. ‘Disponíamos de 15 minutos, y, aún no habían pasado 13, cuando ya estábamos todos en la calle y los efectivos de extinción y emergencia actuando’, añadió el jefe de Protección Civil.

El simulacro comenzó a las 12.30 horas, en el momento en que las calles adyacentes (Paseo, Curros Enríquez, Habana, Juan XXIII, Concejo, Bedoya y Parque de San Lázaro) estaban abarrotadas de viandantes y coches. La sirenas de los bomberos, Policía Local y ambulancias abriéndose paso entre la circulación alarmaron a la población, que se concentró expectante en torno a la Subdelegación del Gobierno, muchos de ellos con el teléfono en la móvil en la mano para fotografiar el momento. ‘Qué pasa, hay un incendio o un atentado’, preguntaba un peatón a un policía local. ‘No, no pasa nada, es un simulacro de incendio’, contestaba el agente.

Los bomberos, que acudieron con cuatro unidades, desplegaron mangueras y escaleras hasta alcanzar el tejado. Mientras, la Policía Local cortaba el tráfico en la calle Juan XXIII, Curros Enríquez y Parque de San Lázaro, lo que provocó retenciones durante el cuarto de hora que duró el simulacro.

Trabajadores y funcionarios llevaban más de dos meses preparando la salida en caso de registrarse un incendio. Antonio Saco les impartió clases para intervenir en el sistema eléctrico, contener el humo en salas mientras no se produzca la evacuación, y auxiliar a los quemados.


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