Una treintena de empresas opta a la estación intermodal de Ourense

Infografía del proyecto de la nueva estación, con la plaza de entrada.
photo_camera Infografía del proyecto de la nueva estación, con la plaza de entrada.

Constructores y proveedores temen que la inversión estatal, 130 millones de euros, se quede corta para el alcance del proyecto de la Estación Intermodal del AVE en Ourense

Una treintena de empresas (gallegas y nacionales) concurren al proyecto de Norman  Foster y Juan Carlos Cabanelas para la construcción de la nueva Estación Intermodal de Ourense, para la que el pasado 16 de mayo el Gobierno central dio luz verde con una inversión de más de 130 millones de euros. Es una de las infraestructuras clave que transformará la ciudad de Ourense, de ahí el elevado interés de las compañías constructoras que optan, sin embargo, muestran su preocupación por ajustarse a un presupuesto que, tras la guerra de Ucrania y la subida del precio de los materiales, se quedaría corto.

El temor en los círculos de constructores, arquitectos y proveedores vinculados al proyecto es "que las condiciones económicas sean mucho más elevadas de lo previsto", porque la licitación de la intermodal se realizó con un presupuesto de antes de esta crisis reciente que encareció los materiales. Por este motivo, las empresas no estarían dispuestas a reducir su oferta, lo que "podría implicar que el proyecto quede desierto y la inversión del Gobierno central se destine finalmente a otras localidades que tienen pendiente la construcción de su estación intermodal, como pueden ser Bilbao o San Sebastián".

Las empresas urgen implicación de las fuerzas políticas  y sociales de Ourense, puesto que sin un apoyo extra se complicaría la ejecución de un proyecto de tal envergadura. Por un lado, el PSOE siempre se opuso al proyecto calificándolo de “descafeinado” o ”pendello”, por ser una versión reducida del proyecto inicial presentado por Foster, y el PP ahora no lo defiende porque es el Gobierno socialista el que lo promueve. El BNG, habló en un principio de replantear el proyecto. Sin embargo, el silencio actual de las fuerzas políticas preocupa a las empresas interesadas.

Las empresas que se presentan a la construcción de la intermodal aún disponen de unos días para adjuntar la memoria económica de sus proyectos, por eso en los círculos cercanos al proyecto crece la preocupación por las ofertas económicas que estarían dispuestas a aceptar para que la intermodal no se quede en papel mojado. Por citar un ejemplo, cifran la subida del precio de materiales "entre un 30 y un 50% en los últimos años", de ahí el temor a que el precio final que pueden ofrecer se dispare más allá de la inversión a la que accede el Gobierno central.

Un plazo de 6 años de ejecución

Por otro lado, estos mismos círculos explican que la licitación sin fragmentar en lotes perjudica el proceso, ya que lo hace menos ejecutable durante el plazo de seis años, un tiempo que parece muy limitado para las compañías.

Una explicación plausible que encuentran en el sector es que las cinco actuaciones previstas son interconectadas, por lo que no tendría sentido separar en lotes la estructura de este macroproyecto. Además, según fuentes consultadas, “fragmentarlo sería problemático e incompatible con la condición de mantener durante las obras el tráfico ferroviario”. La licitación incluye la ampliación del edificio de viajeros, la cubierta de marquesinas de las vías, la pasarela peatonal, el puente con plataforma que conecta la zona del río con la estación y el jardín y cubierta como parque de la plataforma.

Te puede interesar