En las próximas semanas Adolfo Domínguez abandonará su emblemática tienda de la avenida de la Habana para instalarse en la milla de oro de Ourense: la calle Paseo. La conexión de la firma textil con la calle es histórica, ya que fue en la avenida de la Habana donde nació Sastrería El Faro, el taller fundado por el padre de Adolfo Domínguez en 1950 y que derivaría en la marca ourensana. Durante décadas, la céntrica calle fue testigo de las colecciones históricas de la firma textil, que catapultaron a Adolfo Domínguez como uno de los diseñadores españoles con mayor reconocimiento más allá de nuestras fronteras.
Inicios en Trives
Los orígenes de Adolfo Domínguez, tanto la empresa como el empresario, se remontan a Trives. Fue en esta localidad del oriente ourensano donde los padres del diseñador, Adolfo y Fina, abrieron una pequeña tienda textil a mediados de los años 40. El padre del empresario estaba emigrado en Sabadell, donde cada semana compraba tejidos que enviaba en tren hasta A Rúa. Allí, Fina recogía las telas y las vendía en Trives.
Una vez vendido todo el material, enviaba el dinero a Sabadell para que su marido siguiese comprando tejidos y enviándolos de nuevo a Galicia. Tras varios años desarrollando este "negocio a distancia", Adolfo Domínguez padre decidió que era el momento de dar un paso más y regresó a Trives, donde abrieron su primera tienda en torno a 1950.
La tienda llegó a tener veinte empleados y hasta un sastre, procedente de Barcelona. Precisamente la marcha del modista fue el motivo que llevó al padre del empresario a aprender la profesión. El negocio, donde confeccionaban trajes a medida, siguió prosperando, por lo que llegó el momento de buscar nuevos horizontes.
Traslado a la avenida de la Habana de Ourense
El matrimonio decidió dar un paso más en su negocio: el padre quería instalarse en Vigo mientras que Fina prefería Ourense por estar más cerca de Trives. Finalmente, esta fue la opción elegida, y así nació la Sastrería Camisería El Faro, situada en el número 60 de la avenida de La Habana. Dos números más atrás está el local que años más tarde ocuparía su hijo. La tienda se asentó y afianzó su éxito en la ciudad, famosa por la buena calidad de los tejidos y la rapidez en la costura. "Podrían comprar la tela del traje a las 9 de la mañana, a las 11 podían probarlo y a las 7 de la tarde se lo llevaban puesto", anunciaban en las publicidades de los años 60.
Fue en los años 70 cuando el diseñador tomó las riendas del negocio familiar, creando la base de lo que sería una de las empresas textiles más importantes del país. Primero centrada en moda para hombre y posteriormente para mujer, accesorios y moda infantil, Adolfo Domínguez consiguió convertir su empresa textil en una de las marcas de más renombre, reconocida por su calidad y elegancia.
Ahora, se abre una nueva etapa de transformación. La compañía, presidida por Adriana Domínguez,hija del diseñador, está reorganizando su posicionamiento en la red comercial. Con este cambio, la firma abrirá 14 tiendas en España, una de ellas será la ubicada en la calle Paseo.
