El técnico, tras ganar el título de la Copa Diputación B al Entrimo, abre la puerta a la llegada de un nuevo entrenador

Vázquez deja el Loñoá

Julio Vázquez (abajo, derecha) celebra el título de Copa Diputación con el equipo en O Couto.  (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Julio Vázquez fue uno de los jugadores más exquisitos que dio la provincia en sus años como deportista. Con el tiempo acabó recalando en el equipo del Loñoá, donde jugó durante una temporada, y más tarde estuvo en cuatro ocasiones guiando al equipo desde el banquillo. 'Han sido muchos años de prsencia en el fútbol y nunca he tenido una alegría tan grande. A una final de Copa Diputación no se llega fácilmente y cuando yo era jugador era más complicado porque entonces no entraban los equipos de la Preferente', dijo.
No había sido ésta una temporada muy tranquila ya que el Loñoá tuvo que pelear por la permanencia. 'Hubo muchas lesiones y en una plantilla corta al faltar varios efectivos lo acaba pagando el equipo. De hecho -reconoce Vázquez-, nos mantuvimos en la copa precisamente porque hubo que hacer un esfuerzo salvar la categoría'.


LA LABOR DE JUAN JOSÉ MERA

El entrenador reconoce que el delegado Juan José Mera 'es el alma máter de este Loñoá. Fue el que lo fundó y fue importante cuando se federó el club'.

Las sensaciones que tuvo antes y durante la final 'fueron buenas porque vi a los chavales motivados y eso hizo que estuviera más relajado pues ellos sabían lo que debían hacer. Lo consiguieron, aunque sufrimos un poquito al final del partido, pues antes tuvimos más opciones para sentenciar. El fútbol es así, hay que luchar siempre hasta el final'.

El primer título de la Copa Diputación B por parte del Loñoá es para Julio Vázquez la mejor manera de decir adiós a tantos años en el fútbol. 'Habrá que dejar paso a gente más joven que tiene ilusión y ganas de trabajar, aunque se va a encontrar con obstáculos y una plantilla corta. La directiva tiene que trabajar muchísimo para mantener el club, pero cuenta con el respaldo de una afición que se merece un aplauso y que en la final, al igual que la del Entrimo, se comportó con muchísimo respeto. Ellos se merecen el título por lo muchísimo que nos han apoyado durante toda la temporada y en este último partido en el que se logró el título'.

Recordaba el técnico del Loñoá que 'mientras estuve trabajando en el club la meta siempre la poníamos nosotros. Aquí la libertad para trabajar siempre ha sido impresionante y me parece que nunca se despidió a un entrenador, lo que es una muy buena señal en los tiempos que corren en el fútbol'.

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