El sentimiento de pesar es general entre los feligreses de las cuatro parroquias de Piñor que tiene a su cargo el sacerdote Antonio Fernández Blanco. Los vecinos no entienden la decisión del Obispado de retirar al cura del ejercicio pastoral por el hecho de salir elegido como concejal por el PSdeG en el municipio de A Gudiña, en donde ejerce también como profesor de Religión.
El ultimátum que han dado las autoridades eclesiásticas al párroco, en el sentido de que debe decantarse bien por el sacerdocio o abandonar este puesto para seguir con su actividad política, mantiene al cura en un mutismo total, tras anunciar que antes de hacer declaraciones tiene que hablar con los responsables del Obispado y con los propios compañeros de la Corporación de A Gudiña para tomar una decisión.
Entre tanto, los feligreses están a la espera, preocupados, porque no quieren perder a este joven sacerdote que se ha ganado el cariño y admiración de todos.
'Agora que temos un bo cura, queren que se vaia, nós sentímolo por il, porque se ven outro como dixeron, con non volver a iglesia temos arreglado', manifestaba con pesar un feligrés.
EXCELENTE PERSONA
Todos coinciden en que es una excelente persona, que se relaciona con todo el mundo y ayuda a quienes lo necesitan. '.O que recauda o invirte en arranxar as igrexas, non se queda con nada', puntualizaba otro ciudadano. Asimismo, afirman que la prueba más clara del cariño que le profesan es que 'pese a que fai pouco máis de un ano que veu para aquí, a igrexa sempre está chea de xente, antes iban so unhos poucos'.
Todavía no se han recuperado de la sorpresa que recibían durante la noche del pasado lunes, después de celebrar el San Antonio con una comida, e invitados por el mismo sacerdote. 'Soupémolo ó chegar á casa porque o cura non nos dixo nada', aseguraba otro feligrés. A la espera de que su párroco tome una decisión, insisten en que 'ten todo o dereito a ser concelleiro, non entendemos que ten que ver a relixión coa política'.
Los feligreses apoyan a Antonio Fernández Blanco por completo, también lo confirmaba el alcalde de Piñor, Francisco Fraga, que ayer atendió un sin fin de llamadas telefónicas en contra de la decisión del Obispado.
Entre tanto, los feligreses están a la espera, preocupados, porque no quieren perder a este joven sacerdote que se ha ganado el cariño y admiración de todos.
'Agora que temos un bo cura, queren que se vaia, nós sentímolo por il, porque se ven outro como dixeron, con non volver a iglesia temos arreglado', manifestaba con pesar un feligrés.
EXCELENTE PERSONA
Todos coinciden en que es una excelente persona, que se relaciona con todo el mundo y ayuda a quienes lo necesitan. '.O que recauda o invirte en arranxar as igrexas, non se queda con nada', puntualizaba otro ciudadano. Asimismo, afirman que la prueba más clara del cariño que le profesan es que 'pese a que fai pouco máis de un ano que veu para aquí, a igrexa sempre está chea de xente, antes iban so unhos poucos'.
Todavía no se han recuperado de la sorpresa que recibían durante la noche del pasado lunes, después de celebrar el San Antonio con una comida, e invitados por el mismo sacerdote. 'Soupémolo ó chegar á casa porque o cura non nos dixo nada', aseguraba otro feligrés. A la espera de que su párroco tome una decisión, insisten en que 'ten todo o dereito a ser concelleiro, non entendemos que ten que ver a relixión coa política'.
Los feligreses apoyan a Antonio Fernández Blanco por completo, también lo confirmaba el alcalde de Piñor, Francisco Fraga, que ayer atendió un sin fin de llamadas telefónicas en contra de la decisión del Obispado.
