Los usuarios del huerto educativo de Mariñamansa celebraron ayer su particular fiesta de la recolección para poner fin a la temporada. Desde el mes de marzo vecinos de todas las edades labran 20 parcelas de forma ecológica y sostenible.
El terreno acoge cultivos de todo tipo, incluso algunos menos conocidos como la rúcula. Esta experiencia ha permitido también fomentar la convivencia entre distintas generaciones y la integración social. Existen paneles informativos en braille y dos de las áreas de cultivo se encuentran adaptadas para personas minusválidas.
A la fiesta de recolección acudieron el alcalde Francisco Rodríguez, y la concelleira de Educación, Ana Garrido. La edil quiso destacar del proyecto su valor educativo además de la transmisión generacional, ya que los abuelos enseñan a los más pequeños cuál es el origen de los productos del campo y cómo su consumo influye en la salud.
Esta iniciativa se ha configurado como un mecanismo que permiteel conocimiento y la revalorización de la agricultura y las actividades tradicionales del campo.
A la fiesta de recolección acudieron el alcalde Francisco Rodríguez, y la concelleira de Educación, Ana Garrido. La edil quiso destacar del proyecto su valor educativo además de la transmisión generacional, ya que los abuelos enseñan a los más pequeños cuál es el origen de los productos del campo y cómo su consumo influye en la salud.
Esta iniciativa se ha configurado como un mecanismo que permiteel conocimiento y la revalorización de la agricultura y las actividades tradicionales del campo.
