La Guardia Civil halló a una mujer de 80 años indispuesta en la habitación de su vivienda de A Valenzá (Barbadás), en donde llevaba tres días sin poder pedir auxilio. Los agentes la rescataron tras ser alertados por dos vecinos.

Los vecinos le salvan la vida

Una vecina junto a la puerta del domicilio de la octogenaria, que tuvo que ser forzada. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
La solidaridad de tres vecinos de A Valenzá (Barbadás) y el empeño de una pareja de la Guardia Civil evitaron que una mujer, Adelaida B.C., de 80 años, pasara a engrosar la lista de personas mayores que aparecen muertas en su domicilio, en el que residen solas, por no tener a alguien cercano que las auxilie.
Todo comenzó sobre las 22.30 horas del miércoles cuando los agentes recibieron una llamada de uno de los tres vecinos alertándoles de que la octogenaria, con domicilio en un tercer piso del inmueble número 14 de la avenida de Celanova de A Valenzá, no respondía a sus llamadas y temían que le hubiera pasado algo, que hubiera fallecido.

La Guardia Civil acudió de inmediato al lugar y no logró abrir la puerta. Acto seguido, los agentes localizaron a dos hermanos de la mujer en Allariz y Quintela de Canedo, pero se encontraron con que no se podían desplazar al lugar por problemas de salud, dado que uno tiene 85 años y el otro 90. Incluso alertaron a un sobrino, sacerdote en una parroquia de Ourense, pero éste no le dio ninguna solución. Es más, según fuentes del Instituto Armado, les invitó a que esperaran tres días y, en caso de que la octogenaria no diera señales de vida, forzasen la puerta.

Así, los agentes solicitaron a la la Comandancia la colaboración de un cerrajero, que fue el encargado de abrir la puerta. Sobre las 23.20 horas, la patrulla entró en el inmueble y se encontró a la mujer tendida en el suelo de la habitación, semidesnuda, con síntomas de hipotermia, sin poder hablar y totalmente deshidratada. Los agentes alertaron a una ambulancia, que la trasladó al CHOU, donde se recuperaba en la noche de ayer.

La mujer, una vez restablecida, indicó a la Guardia Civil que llevaba tres días, desde el domingo día 9, en el suelo de la habitación, ya que no fue capaz de meterse en la cama tras sufrir un mareo, lo que provocó que se cayera.

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