Santiago de Compostela recibe casi dos millones de peregrinos anuales, por Ourense pasarán este año aproximadamente 5.000, todos ellos realizando el antiguo Camino mozárabe, o la Ruta de la Plata.

El viaje hacia la espiritualidad

Un grupo de peregrinos camina por el casco viejo de la ciudad en dirección al albergue de San Francisco. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Son muchos los peregrinos que andan los caminos de Santiago hasta la Catedral de Compostela, bien sea por motivos espirituales o físicos. El caso es que las personas que lo han hecho repiten otra vez, y un número cada vez mayor emplea, a veces como primera, pero otros como segunda opción, el viejo Camino Mozárabe, o la Ruta de la Plata, que atraviesa la provincia de Ourense.
En la ciudad hay un albergue que recibe entre 4.000 y 5.000 personas anualmente, pero se da la circunstancia de que, a pesar de que el año Xacobeo fue el que más peregrinos registró, este año los encargados creen que volverán a superar las 5.000 personas e incluso superar a los caminantes de 2010 alojadas en el recinto, ubicado en el antiguo convento de San Francisco. El albergue dispone de 40 camas, cuatro de ellas habilitadas para personas con discapacidad; una cocina-comedor habilitada con horno, secadora y lavadora para que todos los peregrinos se sientan lo más cómodos posible durante su paso por la ciudad. El precio de registro es de cinco euros, con derecho a todos los servicios que ofrece el albergue.

Son muchos los peregrinos que están realizando durante los últimos años el también llamado camino sanabrés, que comienza en Granja de Moreruela y coincide con el Camino Mozárabe hasta Santiago de Compostela. Son muchas las nacionalidades que pasan por el albergue aunque la mayoría de los peregrinos son españoles. Pero hay 'un creciente número de alemanes por la gran cultura de viajar que tienen en ese país', indica Carlos Padrón, uno de los encargados del albergue.

El protocolo a seguir, una vez que los peregrinos llegan, es inscribirse en el libro de registro con su posterior sello en el cuaderno que cada peregrino lleva consigo. Hasta septiembre esperan que sean muchos los que pasen por la ciudad ya que los meses de junio, julio, agosto y septiembre son los más utilizados por todos aquellos que peregrinan a Santiago.

La ruta mozárabe es la que trae cada día peregrinos con sus mochilas, que pasean por la ciudad,por su Catedral y el casco antiguo principalmente, mostrando asombro por As Burgas o aprovechando para descansar de los largos días caminando en las termas al aire libre.

A caballo, en bicicleta o a pie son las alternativas que los peregrinos tienen a la hora de hacer el camino, a pesar de que las distintas rutas no están a veces muy bien preparadas para su uso.

Pero a pesar del cansancio, el dolor o las heridas provocadas por las largas caminatas los peregrinos consideran lo mejor del camino la llegada a la Catedral, una experiencia que la mayoría de ellos repiten desde distintos lugares para enriquecerse con la experiencia. Unas sensaciones que recomiendan a todas las personas como una actividad que se debe realizar al menos una vez en la vida.

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