Hasta agosto acudieron al CHOU 422 viajeros, inoculándose 1.500 dosis

Los viajes a destinos exóticos incrementan las solicitudes para vacunación preventiva

La vacuna contra la fiebre amarilla es obligatoria en destinos de riesgo. (Foto: Miguel Ángel)
El incremento de viajes a destinos exóticos y a la vez expuestos, ha disparado las visitas al centro de vacunación internacional emplazado en el CHOU. Sólo en lo que va de año se ha recibido a casi tantos viajeros como en todo el año 2008. Turistas, cooperantes, trabajadores, estudiantes e inmigrantes son los demandantes de los servicios que se prestan en el centro.
El centro de vacunación internacional del Complexo Hospitalario de Ourense, en funcionamiento desde julio de 2007, ha atendido en lo que va de año, hasta el 15 de agosto, a 422 viajeros, entre los que se han administrado 1.500 vacunas. Se trata de una cifra relevante en la medida que en todo 2008 los viajeros que pasaron por el centro fueron 500. María Sande, especialista en medicina preventiva, explica el incremento en función del ‘aumento de viajeros a destinos cada vez más exóticos y expuestos y a la mayor concienciación ante la importancia de prevenir determinadas enfermedades’.

Turistas, cooperantes, viajes de estudio, viajes de empresa, personas embarcadas en buques pesqueros e inmigrantes que retornan a su país de origen completan el mapa de usuarios del centro de vacunación, cuyos servicios son gratuitos. Únicamente, en el caso de la vacuna contra la fiebre amarilla, es preceptivo abonar tasas administrativas.

Hasta que el CHOU fue reconocido como centro de vacunación internacional, los viajeros de la provincia debían desplazarse a Vigo, donde incluso había listas de espera. El reglamento sanitario internacional considera obligatorias dos vacunas: la de la fiebre amarilla y la de la meningitis cuando el viaje es a la Meca. ‘En algunos países, de hecho, se advierten muchas dificultades para acce der si el turista no está en posesión de la tarjeta de vacunación internacional’.

Son zonas de riesgo las tropicales y subtropicales, como el África subsahariana, y países sudamericanos como Brasil, Venezuela, Colombia o Bolivia. ‘Las recomendaciones en el centro son siempre individualizadas, pues dependen del país al que se viaja, de la zona y la época del año, de si las pernoctaciones son en hoteles o se viaja como cooperante o mochilero, de la duración de la estancia...’ Es también común suministrar, con carácter preventivo, vacunas contra la hepatitis A, la fiebre tifoidea o el cólera. En el caso de este último, su administración no es extraña porque ‘protege, en determinados casos, contra la diarrea del viajero, la enfermedad infecciosa más común y que sufren en torno al 65% de los desplazados’.

Un 50% regresa con problemas de salud

Los riesgos generales a los que se exponen los viajeros se derivan habitualmente ‘de accidentes, problemas medioambientales, infecciones, picaduras de insectos, contactos con animales y enfermedades que se pueden transmitir por el aire’, subraya María Sande, que pone énfasis en la importancia de seleccionar alimentos y bebidas. Por esta razón, los viajes de riesgo son tanto los que visitan ‘países tropicales y subtropicales, donde su clima favorece determinadas enfermedades, como los países en vías de desarrollo, en los que la profilaxis es muy débil’. Baste un dato: ‘entre un 35% y un 50% de las personas que viajan a estos destinos, regresan habiendo padecido problemas de salud’.



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