Todos los que firmaron solicitudes de empleadoras de hogar aseguran que sólo en comisaría supieron que informes médicos y bancarios eran falsos
La vidente de Xinzo de Limia (Ourense) Elsa A.A.J., juzgada por falsear documentos para solicitudes de trabajo a extranjeras, ha defendido en la Audiencia Provincial que tramitó una veintena de peticiones -todas a familiares suyas de la República Dominicana- para ayudar a su familia, que sufría dificultades económicas y que "caería muerta" si no le realizaba giros de dinero de forma periódica.
La vidente y un vecino de Xinzo, Joaquín P.V., fueron acusados de vulneración de los derechos de los trabajadores extranjeros y de falsedad en documento oficial y mercantil, pues tramitaron ante la Subdelegación del Gobierno una veintena de solicitudes de empleadas de hogar, con certificados médicos, bancarios y un poder notarial falsificados, aunque la hoja de solicitud estaba realmente firmada por las personas empleadoras.
El juicio ha empezado en la Audiencia Provincial de Ourense y en su primera sesión contó con la declaración de una veintena de testigos, mientras que el resto queda para mañana, entre ellos algunas de las empleadas que llegaron a España antes de que los funcionarios de Extranjería de Ourense detectaran irregularidades en los expedientes y lo pusiesen en conocimiento de la Guardia Civil, en 2008.
Los dos acusados respondieron sólo a las preguntas de sus abogados y en el caso de la vidente, dijo que tiene mucha familia dominicana. "Sólo mi padre ya tiene ocho hijos de mujeres distintas y toda la familia se caería allí muerta si yo no hago los giros de dinero, así que hice esto por ayudarles y nunca les pedí contraprestación económica", ha relatado.
"Soy bruja y todas las personas que me ayudaron con sus solicitudes eran clientes mías de videncia a las que yo preguntaba si necesitaban gente para trabajar en su casa, pues a mi familia no la voy a meter en algo malo, y si era así, yo les decía que me encargaba de tramitar todo y que todo era legal", ha agregado Elsa A.A.
Entre los testigos estuvieron también vecinas de la comarca de A Limia que buscaban una persona para trabajar en casa por tener familiares enfermos, y supieron que la acusada se dedicaba a eso. Una de las empleadoras explicó que al llegar a la oficina de Extranjería, un funcionario alabó que Elsa "estuviese siempre ayudando a la gente", pues iba en numerosas ocasiones por allí.
"SEGURIDAD DE QUE ERA LEGAL"
Por su parte, el compañero de banquillo de la acusada ha explicado que la conoció en la consulta de videncia y que pidió tres empleadas de hogar en su nombre, en el de su madre que padece demencia y en el de otra amiga, pues ambas delegaron en él y le prestaron sus documentos de identidad para hacerlo.
El acusado ha detallado que Elsa A.A. le preguntó si quería contratar a empleadas de hogar y al responderle que sí, la vidente le pidió fotocopias de los carnés de identidad y él llevó las solicitudes firmadas a la oficina de Extranjería, en la subdelegación del Gobierno.
Una vez allí, ha justificado que entregó junto con las solicitudes, toda la documentación que le dió Elsa momentos antes y "nunca" miró los papeles que entregó "pues tenía la seguridad de que todo era legal".
Esa forma de actuar fue la declarada por todas las testigos, que entregaron su solicitud a la que la vidente añadía el resto de la documentación, que todas dijeron desconocer, e incluía certificados médicos de padecer enfermedades o ingresos hospitalarios para justificar la necesidad de empleadas de hogar, y certificados bancarios de cuentas con balance que respaldase la petición para el pago de salarios y Seguridad Social.
LO SUPIERON EN COMISARÍA
Testigos que admitieron conocer a la vidente cuando fueron a que les echase las cartas, o porque padecían depresión, y otras que la conocían de un bar o de una tienda, han coincidido en que sólo supieron lo que habían hecho al ser llamadas para declarar en comisaría.
El abogado del Estado ha intervenido en dos ocasiones, para saber si la testigo, solicitante e empleada de hogar, había contratado luego a una empleada al ver que su solicitud no daba resultado y en ambos casos, las empleadoras explicaron que tuvieron que arreglarse en casa con el cambio de turno de una hermana para atender a los padres enfermos, o ingresar a ambos abuelos enfermos en un asilo, en otro caso.
También han coincidido en declarar que se sentían "engañadas" pues pensaban que todo era legal. "Es muy desagradable verte envuelta en algo así", ha detallado una de ellas.
EMPLEADAS DEL HOGAR
Para la sesión del jueves está prevista la declaración de cuatro de las empleadas que llegaron a España a raíz de otras tantas solicitudes, antes de que la investigación policial terminase con esa forma de proceder. También declararán varios peritos, representantes del Sergas, de entidades bancarias y un notario.
Entre las cuestiones previas, nada más comenzar la vista de este miércoles, la defensa de la vidente de Xinzo de Limia quiso impugnar el registro domiciliario de su defendida, en el que se encontraron, según el escrito del fiscal, solicitudes de residencia y trabajo, fotocopias de pasaportes e identidades de ciudadanas dominicanas, folios con el sello del Sergas escaneado, folios con el logotipo y sello de varias entidades bancarias, 15 certificaciones del banco Santander con tachaduras de tinta blanca, un ordenador portátil e impresora-fotocopiadora-escáner.
La jueza determinó que esa impugnación "queda diferida" hasta el momento de las conclusiones.
