El Miño volvió a anegar las piscinas de Oira y Rabal está en alerta por el caudal del Támega

El viento doblegó al todo de Osborne

El toro, en la imagen, quedó destrozado al ceder las vallas de sujección. (Foto: Miguel Ángel)
El viento destrozó el toro de Osborne, declarado de interés cultural, instalado en un monte de Abavides, en Trasmiras. Es un efecto del temporal de los últimos días, que ha vuelto a inundar las piscinas de Oira e hizo caer una cornisa en la ciudad.
Las secuelas del temporal y las lluvias de estos días, incluida la noche del sábado, no parecen dar tregua. Y otras de sus víctimas, además de los paseos termales de la ciudad y las piscinas de Oira, otra vez anegadas, son el toro que instaló la empresa Osborne en un monte de Abavides (Trasmiras), que se vino al suelo debido al viento al ceder las vallas que lo sujetaban.

El toro, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y símbolo de la España de la posguerra, es el único de estas características en la provincia. En Galicia sólo hay otros dos y su imagen era visible desde la carretera N-525 y la autovía Rías Baixas. Desde hace dos días, su cabeza cuelga de los hierros, al igual que parte de su tronco. El toro ya fue objeto de varios actos vandálicos e incluso pintado de blanco, pero los destrozos en esta ocasión fueron ocasionados por el viento, según la Guardia Civil.

El agua caída en las últimas jornadas también provocó que la cornisa de un inmueble de la calle Antonio Puga de la ciudad se viniera ayer al suelo, obligando a la Policía Local y a los bomberos a acordonar el vial ante la sospecha de que se registren nuevos desprendimientos. El siniestro se produjo sobre las 09.00 horas y los escombros alcanzaron un turismo que estaba estacionado, ocasionándole daños en la carrocería.

Mientras, los ríos de la provincia discurren desbordados, anegando tierra de cultivo, áreas de recreo y zonas de ocio, además de explotaciones ganaderas. El Miño, a su paso por la ciudad, volvió ayer a cubrir las piscinas municipales de Oira y los paseos y espacios de recreo que hay en ambas márgenes, sobre todo los que están cerca de las termas de Outariz, Muíño das Veigas y A Chavasqueira. Y el Támega en Rabal (Verín) ha llegado a un nivel considerado por la Confederación del Duero como de alerta.


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