Villa México es una conocida casa en el pueblo de Faramontaos, núcleo del concello de Nogueira de Ramuín. Esta vivienda familiar, construida en los años 60 por Francisco Domínguez y que llegó a acoger bodas de vecinos de los pueblos cercanos, tendrá una nueva vida en forma de hotel. Y es que ahora su sobrino nieto, Francisco Gómez, propietario también del hotel Francisco II de la ciudad, quiere homenajear al precursor de la diáspora en la familia y dedicar Villa México al mismo negocio que tenía su tío abuelo en la emigración americana. “Es un proyecto que hago más con el corazón que con la cabeza”, afirma Gómez. Así que tras heredar esta antigua residencia de verano, decidió hacerla parte de su forma de vida como negocio.
Estas renovadas instalaciones conforman un hotel de tres estrellas que, además de tener “todas las comodidades de la hostelería actual”, se enmarca en pleno territorio de la Ribeira Sacra. Mantenido el nombre y las letras que su tío abuelo dejó, Gómez busca “mantener esa esencia de la emigración y la mezcla entre las culturas mexicana y gallega”. El enclave es una de las potencialidades principales del nuevo complejo, ya que se encuentra a apenas 20 minutos de la ciudad y a menos de un cuarto de hora de joyas como el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil o todos los miradores de la Ribeira Sacra.
¿Cómo es el hotel Villa México?
Además, este nuevo proyecto viene a cubrir una demanda de la zona, que es la carencia de plazas hoteleras en la parte ourensana de la Ribeira Sacra. Con siete habitaciones (cinco regulares y dos pequeños apartamentos), Villa México tiene capacidad para 22 personas y el perfil de cliente va desde parejas amantes de la naturaleza a familias que buscan relajarse. Si bien México y la emigración tienen un papel dominante en toda la decoración -el hotel está salpicado de referencias al país americano: ilustraciones de Frida Khalo, botellas de tequila, la bandera tricolor e incluso las maletas que sus familiares utilizaron cuando emigraron-, la oferta gastronómica está caracterizada por “los productos locales, de aquí: una buena carne y un buen pescado; aunque también habrá alguna referencia mexicana”.
Como otros servicios, ya tienen un alquiler de bicicletas “para ayudar a mantener las rutas que ya existen y que dinamizan la zona”. Además, ya están trabajando en implementar una sala de masaje que incremente la relajación del cliente. Y otro de los servicios que aporta Villa México es recuperar un espacio común para todos los vecinos: el bar. El que había en Faramontaos echó el cierre y los habitantes de la zona no tenían un espacio en el que charlar. “Algún vecino me contó que el bar es el único motivo para arreglarse un poco con el pretexto de tomar un café y charlar con amigos”, confiesa Gómez.
Inauguración en marcha
El próximo martes, 27 de junio, tendrá lugar la inauguración oficial del hotel, y, entre otras personalidades, “esperamos poder contar con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda”. Pero además de dirigentes empresariales y políticos, Gómez también espera “que los vecinos de la zona se sumen al evento”. Además, para continuar con la mezcla entre México y Galicia, el acto estará amenizado tanto por una banda de gaitas como por un grupo de mariachis.
