La temperatura en Ourense volvió a registrar mínimos, algo que parece que llegó para quedarse, o eso marcan las previsiones. Fue, por segundo día consecutivo, Calvos de Randín el municipio que marcó la mínima del día en toda Galicia, con -7,5 grados. Esto está dejando en toda la provincia estampas espectaculares como la del embalse de Viana do Bolo, con -3,9 grados de mínima, que amaneció completamente congelado.
Los vecinos de Calvos de Randín, lugar destacado año tras año por marcar mínimas, están hechos de otra pasta. Resulta curioso que mientras registran las temperaturas más bajas de Galicia ellos recurren al “non é para tanto”. Y es que en A Raia son gente dura. Así lo confirma su alcalde, Aquilino Valencia, quien afirma que “polo momento non tivemos incidencias. O problema ven cando hai chuvia e se dificulta aínda máis a condución co xeo na carretera, pero agora que hai sol e estamos tranquilos; non houbo problemas”. Como es habitual en Calvos, las temperaturas en invierno son bajas, por lo que ya están acostumbrados: “Somos duros, abrigámonos e subimos a calefacción, aquí no traballo, como digo eu, estamos no iglú”, bromea el regidor municipal.
Como él, los vecinos no muestran alarma por sus -7,5 grados de temperatura. “Lévase ben, a xente non se queixa moito, están curtidos”, apunta Francisco Pérez, taxista de la localidad. Quien también destaca que el frío no acaba con estos raianos es Carmen Ribera, una vecina de Calvos: “O frío levámolo de marabilla, de noite xea, pero de día estase ben porque hai sol dende primeira hora, somos duros e non temos problema ningún”. Igual esa energía está en la bolsa de la compra. Ribera, que trabaja en un supermercado del municipio, afirma que “agora si que a xente merca moitos alimentos para facer caldos, sopas e cousiñas quentes, pero estamos na época, é o normal”.
Y si para los adultos las bajas temperaturas no son nada, los ancianos ni se inmutan. “¿Frío? Vivín en Alemaña durante 40 anos, iso si era frío, e mais non morrín, aquí sigo loitando”, contaba María Rodríguez, una vecina que no da importancia al termómetro. “Home, non imos dicir que non fai frío, porque algo vai e a chaqueta hai que poñela, pero non é nada para nós, tamén en Verín e Ourense fai frío, e non salta a alarma, é o normal no inverno”, añade. María recuerda la época en la que era joven y Calvos de Randín se llenaba de nieve: “Iso era o raro, había nevadas do demonio, agora isto nada, hai que abrigarse e queixarse menos”, concluye esta vecina.
Viana do Bolo
Las bajas temperaturas registradas durante la última semana han dejado una bonita estampa en As Telleiras, en Viana do Bolo. Desde hace aproximadamente una semana, la mayor parte de esta zona se encuentra totalmente congelada y a medida que pasan los días la placa de hielo que recubre las aguas va ganando grosor.
Los termómetros han llegado a marcar -8 grados en algunas zonas, entre ellas la de Pradocabalos, conocida precisamente por alcanzar a menudo una de las temperaturas más bajas del municipio. Las heladas con las que amanece la localidad, teñida de blanco, no desaparecen hasta bien entrado el mediodía y se ha vuelto permanente en las zonas más sombrías. Una vecina de la localidad afirma que “aínda que estamos acostumados a este frío, parece que non se fala doutra cousa. Nos sitios onde non pega o sol, a xeada leva dúas semanas sen desaparecer. Teño todas as verduras da horta conxeladas dende hai varios días”.
LOS TERMÓMETROS LLEGARÁN A LOS -3 GRADOS EN OURENSE
El frío llegó para quedarse. La jornada en Ourense se presenta similar a estos últimos días: cielos despejados y bajas temperaturas. El sol reinará en la provincia, aunque algunos puntos del interior podrán amanecer con niebla, continuando así con altas presiones centradas entre Galicia e Irlanda y con un flujo de vientos del este.
Las temperaturas se mantienen similares a las de inicios de semana. Los termómetros marcarán mínimas en la ciudad de -3 grados centígrados, mientras que a mediodía se podrá llegar a temperaturas de hasta 15 grados.
