La rehabilitación de la capilla de Os Remedios, tras el incendio del pasado día 28 de julio, ya casi es un hecho para la Consellería de Cultura, Concello, Diputación, Obispado y para los mismos propietarios.
De momento, la voluntad de recuperación discurre por una auténtica balsa de aceite, pese a que, mientras el alcalde, Francisco Rodríguez, reunía ayer a todas las partes para hablar del proyecto, el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, acudía, por separado y prácticamente a la misma hora, a visitar lo que quedó del templo. 'O alcalde está informado da miña visita, falei con él, pareceulle ben e, de feito, o delegado territorial da Xunta en Ourense, Rogelio Martínez, vaise incorporar a esa reunión unha vez que rematemos', aseguró el conselleiro a preguntas de La Región, puntualizando que todos están dispuestos a unir fuerzas en la recuperación del templo 'e non hai ningún tipo de problema, non hai que buscar outra explicación'.
La capilla de Os Remedios, pues, fue ayer protagonista por partida doble. A la reunión que convocó Francisco Rodríguez acudieron el vicepresidente de la Diputación, Plácido Álvarez; el representante apostólico de la Diócesis de Ourense y obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza; el delegado diocesano de Patrimonio, Miguel Ángel González, y un representante de los propietarios del templo, Bobillo de la Peña.
La reunión comenzó a las 11 y media y se prolongó durante más de una hora. Al finalizar llegó Rogelio Martínez, lo que provocó que se prolongara la reunión 10 minutos más, pero ya sólo entre el regidor y el delegado territorial. Al término de la misma, Francisco Rodríguez destacó la unidad de todas las partes implicadas para emprender con carácter 'urgente' la rehabilitación de la capilla. 'Todos coincidimos na necesidade da rehabilitación por respeto á cidade de Ourense, dende un punto de vista sentimental e devocional', dijo el alcalde.
La primera medida ya fue tomada ayer y la puso en marcha el Concello, contratando un carpintero para que selle las puertas del templo y, así, evitar que accedan personas al interior y posibles daños en la estructura artística.
El segundo acuerdo adoptado en la reunión del Concello fue trasladar a la Consellería de Cultura la petición de que, a través de la Dirección Xeral de Patrimonio, elabore un anteproyecto para dotar a la capilla de un nuevo tejado (el que tenía quedó completamente calcinado). Esta obra debe estar realizada antes del próximo mes de octubre para evitar que la lluvia entre en el interior.
A esta petición, Rogelio Martínez añadió una nueva, la de elaborar otro anteproyecto, a realizar antes de construir el tejado, para retirar todo el material ardido. 'Hai madeiras en pé que poden virse abaixo e causar aínda máis dano nas columnas ou nas paredes. Antes do tellado, hai que facer obras de derribo', explicó.
Por su parte, el delegado diocesano de Patrimonio, Miguél Ángel González, se comprometió a desplazar a Ourense expertos en restauración de imágenes religiosas para que analicen los restos que quedaron de la Virgen y de las restantes imágenes religiosas 'e ver o que se pode recuperar', aseguró.
Mientras, los religiosos del colegio Salesianos, encargados de la gestión de la capilla ardida, abrirán cuentas corrientes en diferentes entidades bancarias para que los ourensanos aporten lo que estimen oportuno para adquirir una nueva talla de la Virgen. Y los propietarios colaborarán, aunque hay que establecer el cómo.
La capilla de Os Remedios, pues, fue ayer protagonista por partida doble. A la reunión que convocó Francisco Rodríguez acudieron el vicepresidente de la Diputación, Plácido Álvarez; el representante apostólico de la Diócesis de Ourense y obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza; el delegado diocesano de Patrimonio, Miguel Ángel González, y un representante de los propietarios del templo, Bobillo de la Peña.
La reunión comenzó a las 11 y media y se prolongó durante más de una hora. Al finalizar llegó Rogelio Martínez, lo que provocó que se prolongara la reunión 10 minutos más, pero ya sólo entre el regidor y el delegado territorial. Al término de la misma, Francisco Rodríguez destacó la unidad de todas las partes implicadas para emprender con carácter 'urgente' la rehabilitación de la capilla. 'Todos coincidimos na necesidade da rehabilitación por respeto á cidade de Ourense, dende un punto de vista sentimental e devocional', dijo el alcalde.
La primera medida ya fue tomada ayer y la puso en marcha el Concello, contratando un carpintero para que selle las puertas del templo y, así, evitar que accedan personas al interior y posibles daños en la estructura artística.
El segundo acuerdo adoptado en la reunión del Concello fue trasladar a la Consellería de Cultura la petición de que, a través de la Dirección Xeral de Patrimonio, elabore un anteproyecto para dotar a la capilla de un nuevo tejado (el que tenía quedó completamente calcinado). Esta obra debe estar realizada antes del próximo mes de octubre para evitar que la lluvia entre en el interior.
A esta petición, Rogelio Martínez añadió una nueva, la de elaborar otro anteproyecto, a realizar antes de construir el tejado, para retirar todo el material ardido. 'Hai madeiras en pé que poden virse abaixo e causar aínda máis dano nas columnas ou nas paredes. Antes do tellado, hai que facer obras de derribo', explicó.
Por su parte, el delegado diocesano de Patrimonio, Miguél Ángel González, se comprometió a desplazar a Ourense expertos en restauración de imágenes religiosas para que analicen los restos que quedaron de la Virgen y de las restantes imágenes religiosas 'e ver o que se pode recuperar', aseguró.
Mientras, los religiosos del colegio Salesianos, encargados de la gestión de la capilla ardida, abrirán cuentas corrientes en diferentes entidades bancarias para que los ourensanos aporten lo que estimen oportuno para adquirir una nueva talla de la Virgen. Y los propietarios colaborarán, aunque hay que establecer el cómo.
