Fruta maravillosa para todos los sentidos por su forma, color, aroma y sabor. Su planta pertenece a las rosáceas y en Europa se comenzó a cultivar en el siglo XIII.
Aunque podemos encontrarlas todo el año, lo preferible es que consumirlas de temporada (Primavera) y preferiblemente ecológicas por el uso de pesticidas en su cultivo.
A nivel nutricional destaca su aporte en hierro, magnesio, vitamina C, K y ácido fólico. También son ricas en fibra, antioxidantes y bajas en azúcares.
Su bajo aporte energético la hace muy adecuada para personas que deban cuidar este aspecto y su ración correspondiente es grande para así poder satisfacer el hambre con una buena cantidad.
Es una fruta recomendable para peques y adultos y concretamente en patologías como: hipertensión, problemas cardiovasculares, gota, artritis, diabetes, anemia y también en el embarazo.
En la cocina:
Es deliciosa para disfrutar sola pero podemos hacer mermeladas caseras saludables, añadirlas a ensaladas, sobre una tosta de aguacate, con yogur y frutos secos,…
Curiosidad
La fresa es una infrutescencia, esto significa: agrupación de frutos resultado de una fecundación, conserva las semillas de múltiples ovarios en el exterior, pudiendo tratarse de un número muy elevado en algunos casos.
