Ingredientes
- Solomillo de cerdo
PARA LA SALSA
- 1 cebolla grande
- 200-300 gr. de arándanos frescos
- o congelados
- 1 chorrito de vino dulce o brandy
PARA LA GUARNICIÓN
- 10-15 patatas baby
- Cebollino, perejil y romero
PARA LA ENSALADA
200-300 gr. de rúcula
8-12 rabanitos
Elaboración
En una cazuela con abundante agua y sal, añadimos las patatas baby bien limpias y las ponemos a cocer a fuego medio durante 25- 30 minutos.
Por otro lado, en una cazuela pequeña o sartén, vamos a poner a caramelizar la cebolla cortada en juliana. Cuando se torne en tostada (después de cocinar a fuego medio y dándole vueltas cada poco), le añadimos los arándanos (congelados o frescos). Subimos a fuego alto y añadimos el chorrito de brandy para encender su alcohol con un mechero (¡mucho cuidado en este paso!). Dejamos apagar la llama mientras removemos y bajamos el fuego para dejar reducir 4 o 5 minutos. Lo pasamos por un colador o chino y reservamos.
Cortamos los rabanitos en láminas y los mezclamos junto con la rúcula (aliñamos justo al emplatar).
Cuando tengamos las patatas cocidas, la salsa preparada y la ensalada a punto, cortamos el solomillo en medallones de 2-3 centímetros de grosor. Para cocinarlos, ponemos una sartén a fuego medio-fuerte, engrasamos ligeramente cada medallón (importante que esté a temperatura ambiente) y lo marcamos en el fuego durante 1-2 minutos por cada lado.
Para terminar, emplatamos en una fuente larga los medallones ligeramente superpuestos, salseándolos con los arándanos, acompañando a su vera la ensalada (que aliñamos previamente con aove y vinagre) y un bol con las patatas baby, a la que les añadiremos el cebollino picado por encima.